El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés suma ya una semana en la que la media de contagios nuevos diarios es de alrededor de medio centenar. Ayer mismo se sumaron 52 más, por lo que, teniendo en cuenta las altas que se efectúan también cada día, deja el total de casos activos en 1.270.

Con esta cifra se alcanza la misma cantidad de enfermos que hace justo un mes, cuando comenzó después de Reyes una escalada imparable de contagios que llegó a registrar un pico máximo de casos activos de 2.613 a principios de febrero.

Pese a esta evidente mejoría, donde no hay tantos motivos de celebración es a nivel hospitalario. La presión en este sentido se mantiene en lo relativo a la unidad de cuidados críticos. Actualmente son 20 los pacientes que necesitan de UCI, cuatro más que el pasado viernes.

Respecto a la hospitalización en planta, sí experimenta una caída y son actualmente 69 los ingresados, frente a los 100 que había hace una semana.

Aumentan a 145 los fallecidos en el área desde marzo

En cuanto a los fallecidos, la cifra total desde que se declaró la pandemia en marzo asciende a 145 en Pontevedra y O Salnés. Los dos últimos fueron comunicado ayer: un hombre de 86 años y una mujer de 87, ambos ingresados en Montecelo.

Más test a la población

Uno de los municipios que baja más en casos activos es Poio, que ha dejado de ser el más afectado por la pandemia en la comarca pontevedresa. Cuenta con 84 enfermos, tras bajar la cifra en 30 más ayer.

En Sanxenxo también se reducen los casos, hasta los 68, y en Marín hay 124, ocho menos que el pasado viernes.

Precisamente, el Sergas llevará a cabo un cribado en la villa marinense a partir del próximo martes.

Están llamadas a participar 12.763 personas que tienen entre 30 y 65 años, a las que se les hará el test con saliva.

La alcaldesa, María Ramallo, recalca la importancia de asistir a este tipo de pruebas, que son de gran utilidad para detectar personas asintomáticas, “porque aunque no subimos mucho de tramo en los casos activos, es cierto que estamos tardando en bajar el grado de incidencia”.

La carpa en la que se realizarán los test de saliva se instalará en la Praza de España y todos los vecinos de ese rango de edad serán citados a través de SMS a sus teléfonos móviles.

La horquilla de edad ha sido establecida porque se trata de las personas que estudian o trabajan y están en permanente contacto con otras personas.

No podrán someterse al cribado aquellos vecinos que tengan una PCR positiva en los últimos tres meses ni los que hayan participado en cualquier otro cribado, como los de farmacias, en los últimos 15 días.

Un equipo de 14 personas, bajo la coordinación de personal médico, trabajará en la entrega de material y recogida de las muestras que los participantes deben devolver.

La entrega de los botes para muestra tendrá lugar el martes de 10 a 19.30 horas y de miércoles a viernes entre las 8.30 y las 18 horas. El sábado se destinará únicamente a la recogida de las muestras de botes de saliva.

La Policía Local de Marín ha preparado un dispositivo especial de tráfico para facilitar la participación y acceso de los vecinos.

Se establecerán dos flujos de tráfico rodado, de entrada y salida, y otro para el acceso peatonal.

A partir de las 7.30 horas del lunes estará prohibido aparcar en la parcela de la Praza de España.

La totalidad de las muestras tomadas en Marín procesarán en el servicio de Microbioloxía del área sanitaria de Vigo, siendo los resultados comunicados por SMS a los usuarios en caso de que resulten negativos. Si, por el contrario, dan positivo, se les comunicará por llamada telefónica.

También habrá un cribado en Meaño entre el lunes y el martes, al que están llamados los vecinos de este municipio con edades entre los 30 y los 60 años, colectivo que alcanza las 1.835 personas.

Suben los casos en A Xunqueira I, que espera un cribado

Los casos positivos por COVID en el IES A Xunqueira I de Pontevedra son ya seis, entre ellos varios profesores, y hay cinco aulas cerradas por un brote. El centro reclamó hace días tanto al Sergas como a la Xefatura Territorial de Educación que se realizase un cribado general entre el alumnado, profesores y resto de trabajadores, pero no se les concedió. En su lugar, se les indicó que las aulas con sospecha debían ser cerradas y sus estudiantes tendrían que dejar de asistir físicamente al centro y seguir las clases a través de internet. A esos alumnos en concreto sí se les harán las pruebas pertinentes para detectar posibles positivos asintomáticos, pero no a la totalidad de la comunidad educativa, como solicitaba la dirección.

Por otro lado, la familia de la directora del centro manifestó ayer su malestar porque trascendiese la información de que ésta se encuentra en la unidad de cuidados críticos del Hospital Montecelo aquejada de COVID. Consideran que se trata de un dato relativo al ámbito “estrictamente privado”.