Trabajadores de Ence y de las empresas auxiliares participaron ayer en una caravana de vehículos que partió del puerto de Marín para llegar hasta la Delegación del Gobierno en Galicia, en A Coruña, para reclamar la retirada del artículo 18.3 y 18.4 del proyecto de ley de Cambio Climático. Entiende que este artículo es el que obligará a cerrar la fábrica pastera en 2033. Explican que este texto legal tiene como objetivo que las concesiones administrativas en el dominio público marítimo-terrestre no puedan tener una duración superior a los 75 años desde la primera concesión.
Ana Cedeira, presidenta del comité de empresa de oficinas de Ence Pontevedra, estima que la caravana incorporó “entre 300 y 400 vehículos” de todos los tamaños que llegaron hasta A Coruña para hacerse oír ante la Delegación del Gobierno.
No fueron recibidos por el delegado, que al parecer no se encontraba en la sede, pero sí leyeron un manifiesto en el que se denunciaba que si se aprueba ese artículo supondrá “el cierre de una empresa con la destrucción de más de 5.000 puestos de trabajo y de la muerte de Galicia como comunidad autónoma”.
"Será la muerte de Galicia como comunidad autónoma”
“Hoy aquí no solo estamos los trabajadores de Ence, está el sector forestal al completo, transportistas de pasta y papel, de la madera, propietarios forestales y empresas de plantación, los viveros, todos los que directa o indirectamente trabajamos para la única industria de celulosa que tenemos en Galicia, porque eso es lo que hacemos, pasta de celulosa”.
Los manifestantes expusieron ante la Delegación del Gobierno que “el PSOE no es consciente de la importancia de la influencia del cierre de Ence en Pontevedra, lo que supone para el sector forestal” porque “aquí hay mucha gente trabajando, transportistas, suministradores de madera, contratas de cortan la madera, empresas silvícolas dedicadas a la repoblación y cuidado de las masas forestales, redes de viveros forestales” .
Gonzalo Caballero
Apuntaron además que el pasado 1 de febrero el secretario xeral del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero, “nos dijo en persona que no le gustaba la ubicación de nuestra planta en Pontevedra, sin ningún pudor, y aseguran que actualmente una pastera no necesita estar ubicada al lado de una masa importante de agua; evidentemente le rebatimos su ignorancia”, expone el manifiesto.
Los concentrados pidieron a la clase política “que no haga populismo con nuestros empleos, que se informe sobre la actividad de Ence, que se informe sobre la influencia a nivel local, provincial y autonómica”, por lo que instaron al delegado del Gobierno a trasladar esta preocupación a la ministra de Transición Ecológica para “que no cometa un error que puede traer graves consecuencias, como el empobrecimiento de Galicia” y a “destruir a más de 5.000 familias” por un “capricho político”.
