El Centro Méndez Núñez para personas con discapacidad intelectual recibió ayer una nueva visita del equipo de profesionales del Sergas que periódicamente realiza cribados a sus usuarios en el interior del céntrico edificio, en pleno corazón del casco histórico pontevedrés.

María Luisa Dónega, directora de este centro, en el que se presta apoyo a personas con edades entre los 16 y los 64 años, explica que los destinatarios de los cribados son los residentes, siete de un total de 30 usuarios, ya que el Méndez Núñez cuenta con un centro ocupacional y con una vivenda tutelada.

“Cada 15 días se les realiza un cribado a estos siete usuarios que, además, ya han recibido las dos dosis de la vacuna”, asegura.

Y es que al residir juntos, esta vivienda funciona, a nivel preventivo COVID, como lo haría cualquier otra residencia sociosanitaria, como las de la tercera edad.

Además, los trabajadores del centro ocupacional, que utilizan el total de 30 usuarios, también han sido vacunados.

“Es importante mantener estas medidas. De hecho, si alguno de los residentes se va fuera de la vivienda, a su regreso se le hace una PCR”, añade la directora.

Además del cribado en este centro, también se llevaron a cabo pruebas en el área sanitaria en el Valvanera de Cambados y Bata de Vilagarcía de Arousa.

Mañana sábado se realizarán nuevos cribados en las residencias pontevedresas de la tercera edad de Campolongo, pública, y Saraiva, privada, así como en la residencia de mayores de Marín.