Los ambulantes reclaman ayudas a los concellos: "Que se impliquen"

Sanxenxo

La mayoría de los puestos, pero apenas clientes. La feria de Portonovo vivió ayer una jornada de escaso ambiente, a pesar del buen tiempo de la jornada y de que más del 70% de los ambulantes acudieron puntuales al que es uno de los principales mercadillos de la comarca.

“Lo fue, era una buenísima feria en verano, aunque en invierno menos, y ahora ya ve el ambiente, todo bastante aburrido. Y hay puestos porque esta buen día, si no no venía nadie”, señala Marisa, una de las vendedoras que pasado el mediodía se planteaba recoger.

Un feriante observa su puesto ante la falta de clientes.   | // GUSTAVO SANTOS

Un feriante observa su puesto ante la falta de clientes. / Gustavo Santos / Susana Regueira

El cierre perimetral ha supuesto un nuevo freno en la afluencia. Mari Barreiro y Antonio Cousido, que en abril cumplirán 33 años vendiendo en los mercadillos de la comarca, lamentan que “la feria va mal” y las nuevas restricciones “han afectado mucho. Es la pandemia y el invierno tan duro, se suma todo” para el bajón de ventas.

Mari Barreiro, vendedora en el mercadillo desde hace 32 años, atiende a un cliente

Mari Barreiro, vendedora en el mercadillo desde hace 32 años, atiende a un cliente / Gustavo Santos

Varios de los ambulantes con más experiencia cifran en un 50% la caída de la facturación en la feria de Portonovo. También Maciel Dacosta y María Teresa, que venden en la villa desde hace 17 años, constatan que “hay muy pocos clientes, con todo confinado no hay quien venga” a un mercadillo que depende mucho de compradores que acude “de otros concellos”.

Tania Couso, que trabaja en un puesto de ropa de bebé desde hace 15 años

Tania Couso, que trabaja en un puesto de ropa de bebé desde hace 15 años / Gustavo Santos

El día también “ha ido fatal” en el puesto de ropa de bebé que encabeza Tania Couso, otra veterana que vende desde hace 15 años en esta feria en la que también trabajó su madre durante tres décadas. “Es una buena feria”, señala, una percepción en la que coincide con muchos clientes y ambulantes, “pero ahora todas van mal”.

La impresión de que el desplome es generalizado también se percibe en el puesto de zapatos de Eudosia Chaves, que señala que “las ventas están fatal, entre el mal tiempo y los cierres se está causando un daño terrible, aquí pero también en otros como Cambados, O Grove o Sanxenxo”

Es una de las ambulantes que demanda que “se impliquen los concellos y nos ayuden”, exonerando de las tasas de instalación del mercadillo. En Portonovo, “las redujeron porque ponemos menos metros”, pero lo que piden es que se amplíe la ayuda y se les condonen los pagos “porque en las últimas semanas hemos trabajado solo 3 o 4 días”.

Maciel Dacosta y María Teresa trabajan en el mercadillo desde 2004

Maciel Dacosta y María Teresa trabajan en el mercadillo desde 2004 / Gustavo Santos

Pasada la una de la tarde la gran mayoría de los puestos ultimaba la recogida del género. Los vendedores reclaman “que se mojen los alcaldes, hay algo de ayudas a nivel estatal y de la Xunta, pero no de los concellos y necesitamos que ellos también nos apoyen en estos momentos”.

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