La Asociación Pro Guardia Civil denunció ayer, tras iniciarse el de cribado gratuito a través de PCR de saliva en las farmacias de Pontevedra, que los trabajadores a los que representan quedan fuera de la campaña puesta en marcha por Sanidade para detectar asintomáticos.

Según recuerdan en la asociación, para la realización de las pruebas en boticas sin prescripción médica se requiere enseñar la tarjeta sanitaria del ente público, dejando fuera a los mutualistas del Instituto Social de las Fuerzas Armadas que tienen una aseguradora privada (como Adeslas o Asisa). A través de un comunicado, insisten en que esta negativa a los agentes también afecta a sus familiares, como cónyugues o hijos. Denuncian que mientras las administraciones trabajan, “sin fecha concreta” en un trasvase de datos de los afiliados del ISFAS al Sergas, los guardias civiles continúan “circulando por todas las poblaciones de la provincia”, con el riesgo sanitario que conlleva.

La petición de ser incluidos en el cribado es compartida por los sindicatos de la Policía Nacional UFP y SUP, dado que en su caso dependen de MUFACE.