Que tanto el coronavirus como el hambre no descansan en fines de semana es una lección que Fernando Fraga, un joven actor y modelo de Sanxenxo, tiene aprendida. Por ello, cada domingo se enfunda la mascarilla dirección plaza de Jacinto Benavente (Madrid) en donde, junto a su círculo de amigos influencers, tiene montado un comedor clandestino para dar alimentos y mantas a personas con pocos recursos cuando las instituciones no llegan. “Los comedores sociales no abren los domingos y cuando me enteré de esta iniciativa me uní a colaborar”, explica Fraga. Al frente de la acción social que da relevo al servicio asistencial de la Comunidad de Madrid se encuentra uno de sus amigos más cercanos, el influencer Carlos Soler, conocido en redes por su carácter solidario que ya se ha extendido entre su círculo de confianza.

Según explica, todo empezó cuando este personaje público de las redes sociales conoció a una familia que vive en situación de calle en el entorno de un centro comercial. “Un día, durante Filomena, Carlos bajó al metro a llevar alimentos y mantas. Conoció al los integrantes de Villa Cartón, personas que viven en la calle, en el entorno del Corte Inglés de Sol”, relata Fraga, que explica que de las primeras mantas y alimento el influencer acabó improvisando una barra libre de comidas calientes en la plaza Jacinto Benavente cada domingo. Menos el primer día, en todos los siguientes fines de semana Fernando Fraga ha estado al pie del cañón, mirando de frente a las colas del hambre.

“Ese domingo estaba en Galicia, pero los siguientes ya pude colaborar. El último éramos cuatro personas ayudando. Carlos es el que cocina y nosotros repartimos alimentos y ropa que recogemos en el centro de Madrid, de quien la quiera donar”, concreta. El trabajo en red que han conseguido levantar atiende cada fin de semana a unas 200 personas que se quedan sin opciones de plato caliente los domingos. Les ofrecen comidas contundentes, como arroz con verduras o garbanzos, platos veganos, bocadillos, zumos y bizcochos que reciben entre sonrisas y aplausos.

La lucha contra el hambre se vuelve viral

Cada domingo que relevan a los comedores sociales, Fernando Fraga y Carlos Soler ven desfilar a más personas por su barra libre improvisada en Jacinto Benavente. Por suerte, la red de apoyo también ha ido creciendo y ya buscan formas de que cualquier persona ayude a financiar los alimentos necesarios para paliar las carencias del sistema. “No hace falta dar un aporte económico excesivo o a todo el mundo, porque cada uno tenemos nuestros propios límites. Pero ayudar en esto es una forma de ver la realidad. Estas personas son normalmente apartadas de la sociedad, no existen. Hay que darle un trato cordial, un simple hola, con independencia de si vives en una mansión o sobre un cartón”, reclama el voluntario de Sanxenxo.