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EVA GONZÁLEZ | Ponente del curso de la Uned “Educación para la salud en tiempos de pandemia”

“Cuidarse pasa, en primer lugar, por tener una actitud más amable con nosotros mismos”

“Todas las emociones son positivas, en el sentido de que todas intentan decirnos algo”

Eva González, profesora del curso de la Uned “Educación para la salud en tiempos de pandemia”. | // FDV

El autocuidado en tiempos de pandemia, el mindfulness y la inteligencia emocional serán los protagonistas del monográfico que impartirá Eva Gómez en el centro de la Uned de Pontevedra, una oportunidad para preguntarnos qué podemos hacer para mejorar nuestra salud y prevenir enfermedades.

–¿Es posible el autocuidado en estos tiempos del Covid?

–Es posible autocuidarnos en estos tiempos de pandemia, una de las claves es tener conocimientos acerca del cómo pero también de la actitud que hay que tener para cuidarse. En el curso concretamente animamos a los alumnos a que hay que tener, especialmente en estos tiempos de pandemia, un autocuidado amable. Más allá de tener conocimientos de qué podemos hacer para cuidarnos en el contexto de esta crisis sanitaria, qué actitudes debemos tener, de qué manera y con qué cariño debemos cuidarnos.

–¿Cómo ha de ser ese cuidado amable que debemos brindarnos a nosotros mismos?

–Un autocuidado no exigente, cariñoso, que se basa en conocer cuáles son las medidas, por ejemplo en lo referido al Covid, de prevención, cuáles son las medidas para fortalecer el sistema inmune, cuáles son las medidas en general para lograr un mayor bienestar y mejor salud, y hacerlo todo con esa perspectiva cariñosa, libre de autoexigencia.

–¿También en la mejora física o en el autocuidado nos estamos sobreexigiendo?

–Sí, en general en la sociedad, ya antes de la pandemia, llevamos demasiado tiempo sometidos a niveles muy altos de estrés. Es la suma del trabajo, el ir de aquí para allá, el querer estar haciendo cosas continuamente, siempre tenemos poco tiempo, dormimos poco y mal, no nos alimentamos bien del todo… Y ahora lo que está sucediendo es que todo eso ha cobrado mayor trascendencia que nunca, porque tenemos además el estrés añadido que ha traído la pandemia, que es el riesgo de poder enfermar, tanto nosotros como la gente a la que queremos. Es un estrés añadido y la manera de reaccionar a todo esto es clave, si nos dejamos llevar por él nos situamos en el extremo opuesto al autocuidado. Es esa manera forzada, estresada, exigente, de cuidarnos, con la pandemia hasta en eso nos estamos sobreexigiendo.

–¿Cómo debemos entonces reaccionar?

–En el curso animamos a, en primer lugar, a parar. Parar y ver desde ahí qué podemos hacer, por ejemplo todas las pautas de educación para la salud que se presentarán y que están basadas en la evidencia científica más reciente, respecto a alimentación, actividad física, sueño y descanso y demás. Pero todo ello haciéndolo desde la pausa, desde este cariño del que hablábamos, desde una actitud más amable, tenemos que saber que cuidarse pasa en primer lugar por tener una actitud más amable para con nosotros mismos.

–¿Qué es y cómo nos puede ayudar en este escenario el mindfulness?

–El mindfulness es el pilar para aprender a parar, es esa pausa que nos permite parar y, en primer lugar, ver las cosas con claridad. Esto no significa que nos vayan a gustar o no, lo que podemos percibir puede ser agradable o desagradable, pero en primer lugar lo que nos permite es percibir la situación tal y como es. Y desde ahí, de una manera consciente, elegir cómo nos vamos a relacionar con eso, en lugar de relacionarnos con la realidad, con la vida, desde el piloto automático este atropellado al que nos lleva esta forma de vivir de nuestra sociedad.

–Incide en la importancia de la inteligencia emocional para nuestra slud ¿podemos entrenarla o mejorarla?

–La inteligencia emocional efectivamente considero que es muy importante trabajarla desde que los niños son pequeños. Es algo que cada vez se está haciendo más, precisamente para llegar a edad adulta con capacidades para autorregularnos emocionalmente, tanto en la vida en general como cuando hay situaciones que nos puedan sobrepasar, como de hecho está sucediendo ahora. Para en ambos casos ser capaces de percibir qué emociones estamos experimentando frente a lo que sucede, ser capaz de expresarlas adecuadamente y de una manera saludable y también ser capaz de autorregular esas emociones que son intensas o son difíciles.

–No le gusta el concepto emociones negativas

–No me gusta llamarlas así porque considero que todas las emociones son positivas, en el sentido de que todas intentan decirnos algo. Pero lo que sí podemos hacer con respecto a esas que son más difíciles, que nos cuesta más enfrentarnos a ellas, es aprender a percibirlas y a autorregularnos, desde la calma y esa pausa que proporciona el mindfulness.

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