Técnicos municipales acudieron ayer a comprobar las deficiencias en el viaducto de la AP-9 sobre Mollavao, denunciadas por los vecinos de este barrio, que han podido comprobar que “se cae a cachos”. Tras la constatación de los problemas que presenta la estructura, el ingeniero municipal se ha puesto en contacto con los técnicos de la empresa concesionaria de la autopista, Audasa, para urgir una actuación de emergencia que evite nuevos desprendimientos.

Tras la comunicación verbal, realizada por la urgencia de la situación, el Concello de Pontevedra remitirá por escrito el correspondiente expediente a la empresa, para demandar una reforma.

No es la primera vez que el Concello se dirige a Audasa para comunicar estos defectos –según señaló ayer la concejala portavoz del gobierno, Carme da Silva– y de hecho el pasado agosto se realizaron algunas tareas de reparación en el viaducto, después de que el Concello alertase de deficiencias.

Pero los nuevos desprendimientos comunicados por los vecinos han alertado de nuevo de la situación de esta estructura, por lo que en la jornada de ayer los servicios técnicos municipales han vuelto a la zona para comprobar que el tablero de la autopista tiene desperfectos.

Al margen de la advertencia de palabra a la empresa Audasa, se le hará llegar el correspondiente expediente de disciplina urbanística.

Los vecinos de Mollavao habían denunciado la caída de cascotes desde 15 metros de altura, lo que supone un evidente problema de seguridad. Los vecinos publicaron en redes sociales fotografías de las zonas de hormigón que se desprendieron del viaducto. Además “la falta de mantenimiento ha provocado que la maleza crezca en los laterales y poco a poco vaya desgastando el hormigón hasta el punto de que se estén produciendo pequeños desprendimientos”, explicó Mateo González, residente de la zona que inició esta denuncia vecinal.