"Contamos con lo mínimo y suficiente para considerar probado que el soborno sucedió y que el acusado es responsable", afirmó esta mañana la representante del Ministerio Fiscal al término del juicio contra el agente de la Policía Local de Vilagarcía de Arousa acusado de un delito de cohecho en el que, no obstante, reconoció que no se han podido "corroborar" las pruebas.

Ayer arrancaba la vista oral contra el policía M. A. A. por unos hechos que ocurrieron entre septiembre y octubre del 2013 cuando realizó un control de alcoholemia a un conductor en estado de embriaguez pero cuyo delito contra la seguridad vial no llegó a formularse ante el juzgado al desaparecer el atestado policial. Entonces, según mantiene la Fiscalía y como denunció el conductor y principal testigo del caso ese mismo año, el agente habría hecho desaparecer dicho atestado por alcoholemia a cambio de un pago de 2.000 euros.

Se trata de una acción constitutiva de delito de cohecho que, a pesar del testimonio en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial por parte del conductor sancionado, no ha podido ser demostrada por parte de la Fiscalía "con todas las pruebas que permitan corroborar los detalles concretos" del caso. ¿El motivo? La declaración de este testigo, prueba principal sobre la que se sostiene la acusación pública, no arrojó luz sobre unos hechos de los que dijo no recordar absolutamente nada.

"Ha venido a mentir descaradamente. No ha querido contarnos lo que sucedió. Después de haber denunciado en el 2013 al acusado, de haber contado un relato con todo lujo de detalles y ratificarlo en el juzgado de instrucción ahora viene y, con la mayor desfachatez del mundo, pretende que nos creamos que no se acuerda de estos hechos", aseguró al jurado popular la fiscal.

Ante los esfuerzos por parte de la representante del Ministerio Fiscal por hacer ver la posición "incómoda" del testigo, insistiendo en su estado de nerviosismo y la falta de una "justificación" a la falta de memoria por estos hechos, como reconoció la médica forense, la defensa del acusado no escondió su "sorpresa" por mantener firme la petición de pena de cárcel e inhabilitación.

"Mi cliente no es la persona que quiere hacernos creer el Misterio fiscal a base de suposiciones", alegó el abogado del agente que tachó la investigación de "cúmulo de despropósitos". Por su parte, el policía hizo uso de su derecho a tener la última palabra en el juicio, si bien fue reprendido en numerosas ocasiones por la magistrada al excederse en el tono y explicaciones.

Sobre la "amnesia selectiva" que reconoció la médico forense del testigo principal, el acusado insistió en que le "gustaría que tuviera memoria para poder preguntarle por todo esto" ya que, en su versión de los hechos, nunca tuvo contacto con el conductor más allá de unas llamadas telefónicas que asegura no estar relacionadas con el caso. "Llevo siete años dándole vueltas a todo, dicen una cosa luego otra. No puedo más, pido disculpas si me excedí", dijo ante el jurado al que pidió que se pusieran en su lugar.

Mañana la magistrada de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra dará al jurado popular el objeto de veredicto para que se posicionen sobre si consideran o no probado el delito de cohecho por parte del agente M. A. A.