El Concello de Pontevedra vuelve a adoptar medidas organizativas internas similares a las del inicio de la pandemia para salvaguardar la seguridad de los trabajadores y garantizar la actividad municipal y la atención al público. Por este mismo motivo, los funcionarios se realizarán un test de antígenos en el control de salud anual, así lo señaló ” aseguró ayer la portavoz del Gobierno, Anabel Gulías.

La decisión se tomó en una reunión en la que participaron el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, el teniente de alcalde, Tino Fernández, la concejala de Personal, Carme Hoces, la concejal de Protección Ciudadana, Eva Vilaverde, los cuatro directores generales, el secretario, y el técnico de Prevención de Riesgos Laborales.

De este modo, se vuelve a la división inicial de servicios esenciales y no esenciales, de los que el 50% de los trabajadores, unos 150, teletrabajarán. Se mantendrá la atención al público presencial aunque se recomienda hacer el mayor número de trámites posible de manera telemática y telefónica. En este sentido, Gulías recordó el gran esfuerzo del Concello por adaptar las instalaciones. También recordó que las medidas han sido efectivas y hasta el momento solo han habido 6 positivos entre los funcionarios del Concello.

En cuanto a los servicios de emergencia, Bomberos y Policía Local, se establecen diferentes mecanismos de seguridad, como las entradas escalonadas al puesto de trabajo o grupos burbuja.