Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El área inicia las restricciones máximas con 2.540 contagios desde Navidad y cribado general en Poio

Hay 1.818 casos activos de COVID en Pontevedra y O Salnés y 122 hospitalizados | Las PCR a los poienses se realizarán esta misma semana | Los alcaldes de los principales concellos creen necesarias las nuevas medidas

Praza de Curros Enríquez sin las habituales terrazas de hostelería y apenas gente. | // RAFA VÁZQUEZ

El área sanitaria iniciará en la próxima madrugada la restricciones máximas establecidas por la Xunta de Galicia para toda la comunidad autónoma con un saldo acumulado superior a los 2.540 contagios nuevos, los registrados desde el pasado 25 de diciembre en Pontevedra y O Salnés más los que se notifiquen oficialmente hoy martes.

La situación es complicada porque actualmente, tras restar las altas efectuadas a diario y los fallecidos en ese período de tiempo, todavía hay 1.818 casos activos de COVID y el número de hospitalizados es de 122 personas, 15 de ellas en la UCI. Son cifras récord desde el pasado mes de marzo, cuando se declaró una pandemia de la que no se podían imaginar sus consecuencias.

Uno de cada cinco enfermos de coronavirus del área es un vecino de Poio, municipio que cuenta con 364 casos activos.

La preocupación en el Concello es máxima, pero ayer mismo el gerente del CHOP, José Ramón Gómez Fernández, informó al alcalde, Luciano Sobral, de que esta semana se procederá a realizar un cribado generalizado a la población poiense. Para ello, desde el departamento municipal correspondiente se facilitará un listado del padrón al Sergas.

Teniendo en cuenta que la población de Poio es superior a los 17.000 habitantes, desde el área sanitaria consideran que una participación de al menos 9.000 vecinos sería muy significativa para realizar una radiografía sanitaria del municipio.

Sobral explica que el gerente le trasladó que con un día o dos sería suficiente para hacer todas las PCR. Como muy pronto se comenzaría el jueves y en un punto o varios de Poio, aún por determinar. El elevado número de personas a someterse a la prueba es tan elevado que la campaña será organizada desde los servicios centrales del Sergas, en Santiago.

La intención es localizar al mayor número de asintomáticos posible. En este sentido, el alcalde informa de que en el Cribado llevado a cabo la semana pasada en O Vao se detectaron, a falta de cifras oficiales, al menos 100 positivos en COVID. Es uno de los puntos ”rojos” del concello, así como Campelo, donde hay familias enteras infectadas y/o confinadas.

415 en la Boa Vila

El municipio que registró ayer mayor incremento en el número de nuevos positivos fue el de Pontevedra, que aún así se contiene, con 415 infectados.

El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, fue especialmente duro con la gestión de la Xunta de Galicia y del gobierno central, a los que acusó de no aplicar protocolos claros de actuación. “Solo el estado de colapso de los hospitales obligó a la Xunta a tomar estas medidas”, dijo en referencia a las que se aplicarán en toda la comunidad autónoma desde esta media noche.

“La excusa siempre fue no empeorar la economía, cuando está demostrado que la situación económica empeora cuanto más se tarde en actuar. Estas medidas deben ir acompañadas de compensaciones económicas a todos los sectores más afectados por las restricciones a su actividad”, aseveró.

En cuanto a Sanxenxo y Marín, cuenten con 116 casos activos y 85, respectivamente. Ambos alcaldes, Telmo Martín y María Ramallo, reconocen que las nuevas medidas son duras, pero necesarias para frenar la pandemia.

Se aplicarán en toda Galicia al menos hasta el 17 de febrero. La movilidad queda restringida a cada municipio, salvo para acudir al trabajo, al médico o a cuidar a personas mayores o niños.

Se cierra la hostelería, que solo podrá servir para recoger o llevar a casa, y el resto de comercios deberán bajar la persiana a las 18.00 horas. Los centros comerciales, por su parte, cerrarán los fines de semana.

Los gimnasios cierran y la actividad deportiva solo será individual y al aire libre. Con mascarilla siempre, incluso para correr.

La situación insostenible en los hospitales ha llevado al gobierno autonómico a endurecer las restricciones.

En el caso de Pontevedra y O Salnés se ha tocado techo. Aunque aún habría capacidad para más enfermos COVID, la atención se complicaría. Son 122 hospitalizados. La mayoría están en planta, 107. Se reparten con 90 en el Hospital Montecelo, 11 en el QuirónSalud Miguel Domínguez (procedentes del brote registrado en su centro de neurorehabilitación de San Salvador de Poio) y seis en el Hospital do Salnés. A todos ellos hay que sumar otros 15 enfermos en la UCI.

El número de fallecidos en el área desde que se declaró la pandemia es de 101, los últimos tres el pasado domingo, tres hombres de 55, 81 y 87 años.

Compartir el artículo

stats