Trabajadores de la residencia de mayores de Campolongo aseguran que su carga de trabajo a raíz de la pandemia se ha multiplicado notablemente y que, con los actuales dos positivos de dos residentes, el esfuerzo para poder realizar la sectorización es “imposible de resistir”.

El centro cuenta con dos usuarias positivas, que, afortunadamente, no han necesitado hospitalización. Esto ha obligado a reorganizar el trabajo, de modo que la sectorización, el reparto de tareas por trabajadores para que no coincidan con más que un determinado número de mayores repartidos por zonas, está siendo clave para evitar más contagios.

Sin embargo, fuentes de la plantilla indican que no son un número suficientes de trabajadores para poder realizar estas tareas de forma efectiva.

“Hay mucha tensión y hay que tener en cuenta que ahora el trabajo se hace mucho más largo”, se lamentan. “Esta carga de trabajo no se puede resistir”, añaden.

Un centenar de trabajadores

Preguntada al respecto, la Consellería de Política Social asegura que desde que se declaró la pandemia del COVID .

“El gobierno gallego reforzó el personal de la residencia de Campolongo para hacer frente a la pandemia. En concreto, incrementó en 30 trabajadores la plantilla del centro. Asimismo, se está en constante comunicación con la dirección para conocer cuál es la situación. Actualmente, la calidad asistencial no se está viendo afectada”, aseguran fuentes de la Consellería al respecto.

Actualmente, la residencia cuenta con 88 usuarios y el número de trabajadores supera el centenar.