Policía Nacional en el centro comercial de Salcedo. | // P.N.

El empeoramiento de la pandemia en el municipio de Poio es continuo. Ayer mismo se registraron 15 casos más de COVID, lo que sitúa la cifra total de enfermos activos en los 306.

Tal y como informó a FARO el servicio de Alertas Epidemiolóxicas de Sanidade en Pontevedra, en este concello se produjeron 241 casos enmarcados en una veintena de brotes. La mayoría de estos, 14, son de carácter familiar. Uno de ellos, de hecho, tiene 14 afectados. Además, hay otros 13 positivos en el club deportivo Poio Pescamar.

Por otro lado, hay dos brotes de tipo laboral y uno sanitario, con 50 casos en el centro de neurorehabilitación QuirónSalud Miguel Domínguez.

La situación ha provocado que el Sergas esté ya pensando en realizar un cribado poblacional en el municipio, tal y como avanzaron ayer fuentes del gobierno local. Será la próxima semana y todavía no se conoce si se realizará por áreas más afectadas, como la de Campelo, o será generalizado.

Precisamente, esta semana tuvo lugar uno en O Vao, un lugar en el que hay numerosos positivos, aunque aún no ha trascendido la cifra de afectados.

El alcalde, Luciano Sobral, insiste en la necesidad de que los vecinos de Poio se autoconfinen dada la incidencia de la pandemia.

A Barca y O Vao

Y para garantizar que la población poiense y la de municipios cercanos cumplen con las medidas restrictivas de movilidad, ayer por la tarde tuvieron lugar dos controles de la Policía Local. Uno se situó enla rotonda de A Barca y el otro en el acceso a O Vao.

Asimismo, los agentes también están colaborando activamente con las autoridades sanitarias para ayudar a localizar a personas que por ser contactos directos o por PCR positiva deben permanecer en cuarentena. En este sentido, advierte de que será muy rigurosa y recuerda que el incumplimiento lleva aparejadas sanciones que pueden llegar a los 3.000 euros.

Por otro lado, la Policía Local procedió a multar a un establecimiento hostelero de San Salvador por no cumplir con el límite establecido por las restricciones, superando el 50% de la capacidad, no respetar las medidas de distancia entre mesas y no cumplir con los controles de fumadores. Las multas, en ente caso, van desde los 3.001 euros a los 600.000, según la Ley General de Salud Pública.

Áreas comerciales

Los controles de Poio no fueron los únicos que tuvieron lugar ayer. En Pontevedra, en el centro comercial de Salcedo, la Policía Nacional procedió a vigilar el acceso, tanto por la procedencia de los clientes, solicitándoles el DNI, como por el respeto al aforo en dicha área comercial.