Cerca de dos meses después de su puesta en marcha, el programa “Ata máis ver” continúa creciendo. Esta iniciativa, impulsada desde el departamento de Servicios Sociales de Poio, está pensada para aquellas personas mayores de 65 años del municipio que viven solos, estableciendo así un canal directo para poder estar pendiente de sus inquietudes y necesidades.

La concejala de Benestar Social, Rosa Fernández, explica que a día de hoy el personal de la Casa Rosada está realizando llamadas telefónicas “cada 10 días o dos semanas” para mantener el contacto con cerca de 20 vecinos. Con todos ellos se establece un contacto previo para explicarles los objetivos de esta actividad.

La edil socialista confía en que esta iniciativa continúe creciendo con el paso del tiempo. A finales del pasado año, el departamento de Servicios Sociales envió cartas informativas a jubilados y pensionistas que cumplen con los requisitos para tomar parte en “Ata máis ver”. Fernández confía en que el número de usuarios se vaya incrementando de manera paulatina. “En ocasiones, sucede que estas personas experimentan cierta timidez a la hora de establecer contacto, pero, una vez que se hacen las primeras llamadas, quedan satisfechos con la experiencia”, indica la concejal del gobierno tripartito, que apunta que son varios los temas de los que se hablan con estas personas.

“Preguntamos si precisan de alguna cosa, como están de salud... Queremos que no se sientan solos, máxime en un contexto como lo que está provocando la pandemia de la COVID-19”, subraya Fernández González.

Para poder sumarse al programa, las personas interesadas deben realizar una primera llamada a la Casa Rosada (986872401). Una vez se registran sus datos, se actualiza el listado de usuarios a lo que llamar de manera periódico.

La Concejalía de Bienestar Social tiene claro que actuaciones como ésta son ahora más necesarias que nunca. “Nuestros mayores son uno de los grupos más vulnerables contra la COVID-19, viéndose en el deber de permanecer en sus casas durante muchos meses, sin apenas tener contacto con sus amistades o su vecindario”, advirtió Rosa Fernández, que agradece también la colaboración de las farmacias del municipio y de los centros de salud a la hora de informar al Concello “cuando tienen constancia de alguna persona mayor que vive sola y no tiene a quién acudir”.