No podía haber peor forma de comenzar la semana en Pontevedra y O Salnés: 126 contagios de COVID en solo 24 horas, 1.088 casos activos de la enfermedad y 77 pacientes hospitalizados. La tercera ola está en pleno pico y todo esfuerzo será poco para frenarla.

“La situación epidemiológica está empeorando”, advirtió ayer el gerente del área sanitaria, José Ramón Gómez Fernández, que reconoció que la cifra de casos activos se ha incrementado de forma importante y que esta situación se está trasladando al hospital, con las consecuencias negativas para la asistencia que esto puede suponer.

Tal y como informó el Sergas, hay 64 personas ingresadas en planta hospitalaria (52 en Montecelo, nueve en el Hospital do Salnés y tres en el QuirónSalud), así como 13 pacientes COVID en la Unidad de Cuidados Intensivos de Pontevedra.

Entre estos enfermos y los 1.011 que evolucionan en sus propios domicilios sin gravedad, el área suma 1.088 casos activos.

Cualquiera de las cifras es una muestra de que la pandemia ha empeorado de forma notable y que es la consecuencia de las reuniones y festejos navideños, ya que la mayoría de los brotes son de carácter familiar.

Viene fuerte esta tercera ola. A principios del mes de noviembre había un número similar de casos activos, pero la principal diferencia eran los casos en UCI. Basta recordar el día 3 de aquel mes, cuando solo había cuatro personas en críticos. Además, los contagios diarios no eran tan elevados y la cifra máxima registrada en el área sanitaria fueron 115 positivos nuevos el uno de noviembre.

Evolución desfavorable

Con los 126 de ayer han saltado todas las alarmas. “Las plantas hospitalarias tienen una evolución bastante desfavorable con un incremento constante de pacientes COVID”, subraya Gómez Fernández.

Es por ello que destacó que se están llevando a cabo cribados que ayuden a frenar la pandemia, como los de A Illa, Bueu, Cuntis y en O Vao, Poio, hoy y mañana.

También señaló que se continuará con la realización de la prueba para la detección del virus a colectivos como el de ayuda en el hogar, alumnado de institutos y centros universitarios. También en determinadas áreas en concellos con alta incidencia.

Mientras la vacuna no llega a toda la población, el gerente instó a la población a que continúe respetando todas las medidas que eviten el contagio del virus: “restricción drástica de movilidad e interacción social”.

“Solo se debería salir para las actividades esenciales y mantener la interacción con convivientes”, resumió.

La vacunación, indicó José Ramón Gómez Fernández, avanza sobre lo previsto, de modo que ayer se concluyó la administración de la primera dosis en los trabajadores del área y hoy comenzará a aplicarse la segunda en las residencias de mayores.

La positividad a siete días en el área de Pontevedra y O Salnés es ya una de las más elevadas de Galicia, con un 13,7%. Solo la superan las áreas de Ferrol y A Coruña, con un 15.6% y 15.3%, respectivamente.

El máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, OMS, para considerar una pandemia controlada, es un 5%.

Desde el mes de marzo se han realizado en el área un total de 125.179 PCR.

Una fallecida de 57 años

Desde el inicio del plan de contingencia del COVID se han curado 6.951 pacientes en el área sanitaria, mientras que han fallecido 92 personas, la última ayer, una mujer de 57 años sin patologías previas.