Enseñar a los más pequeños a cómo actuar si se encuentran ante una víctima de una posible parada cardíaca. Es el objetivo de “Recube”, el nombre del cubo desplegable diseñado por investigadoras del grupo Remoss, de la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte, con la idea de que sirva de recurso didáctico para los niños, a los que se ha adaptado tanto “el lenguaje como el procedimiento”, indica Cristina Varela.

Ésta es, con Begoña Paz e Itziar Ezquieta, una de las investigadoras de este proyecto de innovación educativa en la que el gran protagonista es un superhéroe. A modo de juego, el cubo propone una interacción en sus diferentes caras para aprender los pasos a seguir en caso de infarto.

Entre los 5 y los 8 años, recuerdan los autores del juego, los escolares no tienen “la capacidad física” de realizar con garantías la maniobra de respiración cardiopulmonar, pero “sí son capaces de comprender la cadena de supervivencia y su activación”, indican, por lo que pueden contribuir decisivamente, llegado el caso, a salvar la vida de una persona que sufre el ataque.

Las autoras explican que se trata de una secuencia “muy sencilla, pero muy operativa”, que va mostrando a los escolares, de entrada, la importancia de mantener la calma. También a comprobar la respiración, para finalmente explicarles qué información deben facilitar al llamar al servicio de emergencia.

Once expertos en medicina, enfermería, educación y diseño de primeros auxilios. Estos expertos, indican las mismas fuentes, “valida que el material es adecuado, que la secuencia de la cadena de supervivencia sea la adecuada, que pedagógicamente esté utilizando un lenguaje correcto, que la caracterización de personajes sea adecuada a la edad a la edad a la que va referida o que visualmente tenga una iconografía bien desarrollada”.