El ritmo creciente de los contagios en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés continúa elevando la presión en los hospitales, que ayer ocuparon cuatro camas más con pacientes COVID-19. En una jornada en la que los casos activos superaron, de nuevo, la barrera de los 900 casos la carga asistencial se situó en los 64 hospitalizados. Diez de ellos son pacientes críticos, ingresados en la UCI de Montecelo, mientras que el resto se distribuyen entre las plantas del CHOP (44) y del Hospital de O Salnés (11).

El viernes se detectaron en el área sanitaria 81 nuevos contagios, 75 de ellos a través de prueba PCR de las 710 que se realizaron en las últimas 24 horas. Aunque el ritmo de diagnóstico es elevado, la tasa de positividad continúa disparada, elevando a su vez la curva de casos activos hasta los 907, 40 más que en la jornada anterior. Sin embargo, a pesar de que en los últimos días el ritmo de contagio diario se sitúa entre los 85 positivos del jueves, los 62 del miércoles o los 95 del martes, la pontevedresa no es el área que peor datos reporta sobre el conjunto de Galicia. En comparación, Pontevedra y O Salnés es la segunda con un menor número de personas que sufren la enfermedad en fase activa del virus, solo por detrás de Ferrol. Además, a 14 días es la que presenta una menor tasa de incidencia acumulada, de 266 casos por 100.000 habitantes.

Por concellos, preocupa la situación de Poio, que concentra 106 casos activos tras sumar 22 en la última jornada. También crecieron en Pontevedra, donde los casos aumentaron en 16 hasta los 197. En cambio, los casos activos de coronavirus bajaron ayer en el municipio de Marín, que restó cuatro casos con respecto a la jornada anterior, hasta situarse en los 60. Casi la mitad son los que ayer comunicó Sanxenxo, 33, tres menos que el jueves.

Desde el inicio de la pandemia en el conjunto del área sanitaria 89 personas fallecieron a causa del COVID-19, mientras que 6.816 se recuperaron de la enfermedad.