“Efecto del programa Brain Gym® sobre población anciana institucionalizada” es el título de la tesis que llevó a cabo el investigador y preparador físico Ángel Casal bajo la dirección del profesor de la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte e investigador principal do grupo HealthyFit José María Cancela y en la que se analizó la evolución de 50 personas institucionalizadas en tres centros geriátricos de la Fundación San Rosendo.

Los resultados de este estudio, explica el autor, confirman la viabilidad de la aplicación del BrainGym, un método de ejercicio físico registrado basado en el movimiento cuyo uso fue extendiéndose a distintas poblaciones, en las personas mayores. Se buscaba analizar sus posibles beneficios para retardar el deterioro cognitivo, un extremo que el autor no ha confirmado. Sí valida, por el contrario, la aplicación del método en ancianos, al igual que las mejoras que genera en aspectos físicos, pero no que redunde en un mejor funcionamiento cerebral.

El BrainGym, señala el autor de la tesis, es un método basado en el uso del movimiento y la postura corporal, cuyo objetivo es, según sus autores, “restablecer un funcionamiento cerebral óptimo”, un extremo que Ángel Casal quiso confirmar, también por la “escasa bibliografía”, apunta, sobre la aplicación en población residente en centros geriátricos.

Más actividad

Entre los efectos positivos, se constatan mejoras en la capacidad funcional “del tren inferior, una reducción del miedo a caer, un incremento de la actividad física y una mejora del componente mental de la calidad de vida”.

Se analizaron las respuestas de personas institucionalizadas en Nigrán, A Cañiza y Covelo, todos ellos mayores de 65 años y se comprueba que no existieron diferencias entre el grupo experimental y el de control en lo referido al grado de deterioro cognitivo.