Los dueños de atracciones de feria de toda Galicia (pero principalmente de la provincia de Pontevedra) quisieron llamar la atención ayer sobre la dramática situación que viven cientos de familias con negocios en este sector. Así, “procesionaron por carretera” en una caravana que partió de San Caetano, en Santiago, y que finalizó en las cercanías de Vigo, pasando por las principales poblaciones de la provincia de Pontevedra, como Vilagarcía, Marín y la propia ciudad del Lérez.
Escoltados por agentes de Tráfico y de las policías locales en los respectivos ayuntamientos que atravesaban, la comitiva estaba formada por unos 60 vehículos y no pasaba desapercibida dado que muchos llevaban consigo las atracciones de feria que están paradas, como recuerdan, como mínimo desde el inicio de la crisis sanitaria el pasado mes de marzo.
Beatriz Camarero, una de las propietarias de atracciones afectadas por este parón, explica que en mucho de los casos el periodo de inactividad es incluso mayor. “Hay familias que todavía pudieron trabajar con sus atracciones en la pasada campaña de invierno, pero la gran mayoría está parada desde el San Froilán de 2019, es decir, llevan ya 16 meses sin poder montar sus negocios”, explica.
Recalca, además, que este es un sector en el que predominan “los negocios de carácter familiar, por lo que las atracciones y los puestos de las ferias generan los únicos ingresos que entran en estos hogares, por lo que la situación es difícil para muchas personas, no hay otras fuentes de ingresos”. Recalca que también está siendo difícil para mucha gente de esta profesión buscar alternativas en otras ramas del mercado laboral: “Por experiencia, los que han tenido algo de suerte han podido encontrar algo en el sector de transporte de forma temporal, pero la mayoría tiene muy difícil encontrar otros trabajos”, señala Camarero.
Es por ello que ven urgente que la Xunta y los Concellos se pongan de acuerdo para permitir de nuevo que monten las atracciones de feria. Y están convencidos, además, pueden trabajar de forma segura aplicando los correspondientes protocolos antiCOVID-19. Aseguran que la caravana que protagonizaron ayer tiene como objetivo recordar que “somos el único sector que no ha podido volver a trabajar ni un solo día desde que se inició la pandemia”. “En la campaña de verano la Xunta nos permitió trabajar, pero solo fue sobre el papel, porque los concellos no permitieron la instalación de los puestos ni la celebración de ninguna feria”, explican. “Desde el 4 de noviembre está de nuevo en vigor una prohibición explícita que impide nuestra actividad, queremos que se levante ya y que nos dejen trabajar dado que podemos hacerlo de forma segura con protocolos y desinfecciones y además la mayor parte de las ferias se desarrollan al aire libre”, indica Beatriz Camarero. Asegura que son unas 400 familias en Galicia las que viven de las atracciones de feria.
La comitiva se dejó notar en Pontevedra entrando por la carretera de Vilagarcía y dirigiéndose hacia Marín, aunque no se les permitió entrar en ninguno de los dos cascos urbanos, continuando con su viaje hacia la zona de Redondela y Vigo.
