Más que despedir, los pontevedreses dan un portazo a 2020 fotografiándose en el photocall dedicado al año más raro, al que le desean “mala chispa te coma”. Otra alternativa para los que quieran despachar estos meses con humor es hacerse un selfie con la proyección en el Pazo da Cultura, que tampoco se anda con rodeos: “Vaite”, le dice con luz cada noche, un apremio que concluirá dentro de unas horas, cuando el edificio municipal se ilumine con la bienvenida a 2021.
Hasta esta medianoche continúan los retratos ante el photocall. Todos los pontevedreses han sido invitados por el Concello a fotografiarse y a etiquetarse con el hashtag #MalaChispaTeComa2020 como un ejercicio de catarsis y de retranca grupal que nos permita, a pesar de todo lo que nos está pasando, despedir el año con una sonrisa.
Y con las sonrisas, lo de ayer también fueron prisas con los recados, compras y demás preparativos para esta noche. En las peluquerías se vive como otros años uno de los momentos de más actividad, pero lejos de los agobios de otras ediciones.
La estilista Chus Doval explica a este respecto que “la gente está animada y hoy (por ayer) estamos trabajando bastante bien”. Señala al cambio en las preferencias de los clientes, “que ahora suelen venir en la víspera”, explica, mientras que “el mismo día de Nochebuena o el 31 lo dedican a la familia y los amigos. También se percibe que no hay tanta cultura de arreglarse específicamente para esa noche, por ejemplo con recogidos y maquillajes muy festivos, también porque los tutoriales de internet ayudan a que ellas mismas se lo puedan hacer”.
Igualmente en el salón del estilista Jose Outeda se viven jornadas de intensa actividad, si bien en general los profesionales del sector constatan que estas Navidades las clientas han optado mayoritariamente por “servicios y tratamientos como el alisado o los cortes de fácil peinado que les permiten ir más arregladas y cómodas en casa durante un tiempo”. En paralelo, registran menor demanda los arreglos puramente festivos.
Las que sí vivían una de las jornadas de mayor animación del año son las vendedoras del Mercado, en donde se nota esta Navidad el gran incremento de los clientes particulares (un efecto ligado al cierre de la hostelería y las cenas en casa) que constatan la escalada en los precios.
A unas horas de la noche de Fin de Año, la Federación Gallega de Empresarios de Salas de Fiesta y Discoteca cifraba en “entre 3.000 y 4.000 las fiestas ilegales” que se celebrarán en Galicia, cuando el ocio nocturno está cerrado desde el mes de marzo. Pequeños empresarios como Daniel Lorenzo o Marta González, responsables, respectivamente de La Pomada y La Gramola, dos de los locales que vivirían hoy uno de sus días de mayor actividad, lamentan que el cierre de la hostelería multiplicará estas celebraciones privadas.
“Va a provocar que se produzcan muchas más fiestas ilegales”, destaca Marta González, “de hecho estos días ya estamos viendo que al cerrar a las 5 de la tarde los clientes se van para casa a seguir”.
Varios de sus clientes han optado por alquilar casas rurales para pasar esta noche. Del total de fiestas ilegales que se esperan, la Federación de Salas de Fiesta estiman que un 5% se organizará “con ánimo de lucro en locales cerrados, sin acondicionar”. No obstante la gran mayoría, añade, serán citas privadas “o minibotellones” que, se temen, en un 70% de los casos superarán la decena de participantes, siempre según la estimación de los empresarios.
A profesionales como Daniel Lorenzo estas previsiones “sencillamente me parecen un auténtica pena, cuando el ocio nocturno lo que estaba haciendo es controlar un poco estas fiestas ilegales”. Recuerda que en fechas como estas “la gente busca reunirse y fiestas ilegales de ese tipo, en donde no se cumplen las normas sanitarias, hacen que todo el escenario empeore... Son una barbaridad pero muy posiblemente van a celebrarse muchas porque se llevan haciendo un cierto tiempo y con más razón en Fin de Año”.
