Una bajada en el ritmo de los contagios diarios en los últimos 14 días permitió ayer a Sanidade situar a Marín, Poio y Pontevedra en el nivel de riesgo medio-alto tras estabilizarse la incidencia acumulada (IA) en torno a los 150 casos por 100.000 habitantes. Abandonar el máximo nivel de alerta, en el que permanecían los tres concellos cerrados perimetralmente, conlleva una relajación en las restricciones sanitarias: se permite a la hostelería recuperar el servicio en el interior de los establecimientos hasta un completar un 30% del aforo.

La medida, que tiene previsto entrar hoy en vigor una vez se publique en el DOG, no viene de la mano ni de un incremento en el aforo de terrazas (que permanecen al 50%), ni de las reuniones sociales (se mantienen en las 4 personas), ni de la restauración de la movilidad con el exterior. Tampoco cambia el horario del toque de queda ni el del cierre de la hostelería. El motivo de que el cambio sea tan limitado respecto a la situación anterior es que, aunque los tres municipios consiguieron bajar su IA, al subcomité clínico le preocupa una presión hospitalaria en el área sanitaria que no se consigue reducir. Así lo confirmó la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, al término de la reunión del viernes.

Según detallaron en el subcomité, Pontevedra tiene “la mayor ocupación” en la tasa de camas hospitalarias por pacientes COVID y, aunque no son “cifras preocupantes” para Sanidade, no muestra una tendencia a disminuir en los últimos siete días. Ayer incluso se incrementó con un paciente grave más en críticos. En total, el viernes eran 52 los ingresados en el conjunto de los centros del área: 10 permanecían en las UCI de Montecelo, 33 en las plantas de hospitalización del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP), seis en la del Hospital do Salnés y tres la del QuirónSalud Miguel Domínguez.

En cuanto al resto de indicadores, el área sanitaria continua dibujando una curva cada vez más aplanada de su número de casos activos. Ayer volvieron a caer hasta situarse en los 839, 17 menos de los que había el jueves. Detrás del descenso se encuentra un incremento continuo del número de recuperaciones, que ya superan las 5.000 desde el inicio de la crisis sanitaria. En las últimas 24 horas se concedieron 53 altas, aunque se diagnosticaron 37 nuevos positivos.

En los municipios en los que Sanide rebaja las medidas, los casos activos solo disminuyeron en Marín, que con 53 (-1) mantiene en seguimiento a 315 contactos. En Poio el número de personas en fase activa de la enfermedad aumentaron en la última jornada en 2 casos, hasta los 46, que elevaron el total de personas en seguimiento a las 282. Peor es el dato de Pontevedra, que rompió su tendencia a la baja tras sumar nueve casos activos: 234 en total con 1.512 contactos en seguimiento. Los casos también aumentaron en Sanxenxo, todavía en nivel máximo de restricciones, que sumó tres, hasta los 64.

Nuevo fallecido de 60 años

El número de fallecidos en el área sanitaria se sigue incrementando. Son ya 69 con la muerte ayer de un varón de 60 años con patologías previas en el CHOP.

Crece el brote en la residencia Soremay

El coronavirus continúa su avance en las residencias de mayores del área sanitaria que ayer reportaron un aumento de casos. En concreto, el centro pontevedres de Soremay comunicó la infección de un nuevo usuario que elevó el total de los afectados por el virus a los 60: 40 son residentes y 20 trabajadores. Las otras dos residencias en las que se detectaron brotes no reportaron ni incrementos ni descensos en el número de casos activos. La de Vilaboa se mantuvo en los 45, siendo 31 usuarios y 14 empleados; y la de DomusVi de Ribadumia en los 17, siendo 5 los mayores y 12 los trabajadores infectados.