Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

DESDE MI ATALAYA

Nuestro patrimonio histórico y cultural

Iglesia de Santo Tomé de Piñeiro en Marín. FdV

El pasado día 16 de noviembre, se celebró el “Dia Internacional del Patrimonio Mundial”, instituido por la UNESCO, con el objeto de concienciar al mundo sobre la protección, el cuidado y la conservación de todos los patrimonios: bien culturales, naturales e inmateriales.

Porque es bien cierto, que los pueblos que se precian conservan amorosamente sus monumentos históricos, como testimonio que son, de los afanes e inquietudes, de los ideales y empresas de todo orden, alentadas a lo largo de los tiempos por sus antepasados, en la lucha secular de su existencia. Porque sirven de documento inestimable para descubrir la entrañable historia que late, oculta y silenciosa, bajo el reposo de las piedras.

Marín, también posee un rico patrimonio histórico-artístico, en gran parte desconocido para la inmensa mayoría, que es preciso conocer y saber estimar y defender, si queremos evitar a tiempo, su total desaparición.

Pues nuestros restos arqueológicos, nuestros pazos y ermitas, nuestros cruceros y escudos heráldicos, amén de otros símbolos de nuestra historia local, permanecen en general, por doquier, en el más lamentable abandono, sin suscitar la menor curiosidad, el más elemental interés, por comprender el mensaje significativo y testimonial de que son depositarios.

El objeto es que no nos pase como con el Priorato, el Crucero de Sto. Tomé de Piñeiro, etcétera, etcétera. Que son todas ya pérdidas irreparables de nuestra historia.

Para dar a conocer, o recordar simplemente, estos valores testimoniales y significativos de nuestra historia, vamos a intentar una revisión de nuestros monumentos históricos, emprendiendo un imaginario paseo por los parajes de nuestro término municipal, a lo largo del cual, nos irán saliendo al paso, una tras otra, las venerables reliquias de un auténtico y preciado tesoro, que está clamando por nuestra urgente protección y ayuda, que, de ninguna manera, debemos negarles.

Por lo que en sucesivos espacios semanales iremos desgranando cada uno de estos monumentos.

Para ello empezaremos recorriendo la calzada romana, el antiguo “camino real”, derivación de la “Vía Loca Marítima”, que unía a Bracara con Brigantium, bordeando las Rías Baixas hasta Noela, y que hoy tristemente está cubierta de cemento.

Compartir el artículo

stats