Los once hosteleros que marchan hasta Madrid (siete de ellos a pie) para reclamar el rescate del sector han completado sus dos primeras etapas hasta Madrid. La lluvia ha sido uno de los principales retos, sumado al frío que percibieron al atravesar puntos como el alto de O Paraño.

Por lo demás, los propietarios de locales se declaraban ayer con ánimos. “Somos un grupo bastante alegre y lo llevamos bien, somos conscientes de que va a ser bastante sacrificado”, señala Rafa Rúas, directivo de la asociación Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo) y uno de los caminantes.

Especialmente, han mostrado su satisfacción por el apoyo del sector. “Hicimos noche en la casa rural Fontán, en San Xurxo de Sacos, que nos la han cedido gratuitamente”, explican los hosteleros, “es lo que más anima: el apoyo de la gente y de los compañeros de la hostelería”.

“Somos un grupo bastante alegre y lo llevamos bien, somos conscientes de que va a ser bastante sacrificado”

Rafa Rúas

Entre las anécdotas, relatan las primeras rozaduras y molestias y también gestos “como el de un panadero que le entregó pan a uno de los coches-escoba para que pudiésemos hacer bocadillos”.

Hoempo destaca también “el Asador Lola de Mourente, que les regaló bebidas, o Nardo del Asador A Freixa en Poio, que les preparó una cena que viajó en carretera hasta la casa rural Fontán”; y que los hosteleros (que hoy prevén caminar 46 kilómetros entre Carballiño y Allariz) se sintieron “muy apoyados” por el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela. Se mostró, añaden “cercano y en su conversación apeló al valor de las personas, reivindicando unión de la ciudadanía sin importar ideologías”.