El Pontevedra recibió 40 años después al Deportivo de La Coruña, líder del grupo por delante de los granates. Los de Ramos emplearon su estilo ofensivo, con demasiado respeto al rival en ciertas ocasiones. Charles marcó un tanto que fue anulado por fuera de juego en el minuto 25 mientras el Deportivo apenas tuvo oportunidades claras durante la primera parte y se empeñaba, con una defensa de cinco, en blindar las actuaciones de la dupla granate.

En la segunda parte y con el cambio de Uche por Lara el partido se activó y el Deportivo ganó en ritmo y verticalidad. El Pontevedra estaba más entregado que nunca cuando encajó un gol que no merecía el Deportivo. Fue un tiro directo de Rolan que rebotó en Xisco y fue directo a la portería de Mario. Cuatro minutos le bastaron al Pontevedra para empatar el encuentro con un tanto de Rufo en un contragolpe que inició Oier Calvillo.

El Pontevedra seguía peleando por un gol que le diera la victoria cuando un golpe de Lara tiraba al suelo a Rufo, Charles protestaba entonces por esta acción mientras se le encaraban los jugadores del Deportivo. Expulsión para Lara y Charles, con 20 jugadores sobre el césped, el juego perdía acción y el Pontevedra se conformaba con el empate.