Los principales municipios de la comarca de Pontevedra comenzarán la desescalada mañana viernes incluidos en el nivel de restricciones máximo fijado por la Xunta de Galicia y anunciado ayer por el presidente, Alberto Núñez Feijóo.

Esto implicará cambios importantes en las medidas que se aplicaron durante todo el mes de noviembre, especialmente las relativas al sector de la hostelería. En Pontevedra, Marín, Sanxenxo y Poio las terrazas de los bares, cafeterías y restaurantes podrán abrir con un aforo del 50 por ciento y hasta las cinco de la tarde. Eso sí, la agrupación máxima de personas que se encuentren consumiendo en ellas será de cuatro personas, que podrán ser convivientes o no, siendo éste otro cambio importante.

Continúa prohibido el consumo en el interior de los locales o en la barra en estos ayuntamiento.

Actualmente, en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés hay 1.122 casos activos de COVID, una cifra que se ha mantenido estable en el mes de noviembre, cuando comenzaron a aplicarse las restricciones especiales.

Otra de las grandes cuestiones que se modifican desde mañana viernes es la movilidad. Se pierde el área que se había conformado en las últimas semana, que aglutinaba a nueve concellos, y se forman lo que el gobierno autonómico denomina “almendras”. Una incluye a Pontevedra, Marín y Poio y la otra a Sanxenxo y O Grove. Solo se podrá entrar o salir de ellas por los mismos motivos que durante las restricciones previas: trabajo, cuestiones sanitarias o de cuidado de personas mayores o niños. En otros supuestos, con justificante.

Esto en cuanto a los concellos de este nivel máximo, que supone que la incidencia acumulada en los municipios afectados de más de 10.000 habitantes es igual o mayor a 250 casos por 100.000 habitantes en un período de 14 días.

Es el caso de los cuatro grandes municipios. Por ejemplo, en Pontevedra en las dos últimas semanas se sumaron 255 positivos nuevos, en Sanxenxo fueron 76, en Marín 59 y en Poio 55.

Respecto al nivel de restricciones medio-alto, incluye, sobre todo, a concellos del área sanitaria de la zona de O Salnés. En esta comarca hay dos “almendras”. La de Vilagarcía y Vilanova y la de Meis, Meaño y Ribadumia.

También figuran concellos a nivel individual en este nivel, como el de Vilaboa, con un perímetro individual.

En todos ellos la hostelería también puede servir en el interior, conun máximo de un 30 por ciento del aforo. Se mantiene el 50 por ciento en las terrazas, el horario de las 17 horas y el máximo de cuatro personas agrupadas.

Zonas con más flexibilidad

El siguiente nivel de restricciones es el medio. En él la apertura de la hostelería es de un 40 por ciento en interior, 50 por ciento en el exterior y el horario se amplía hasta las 23 horas, así como los grupos de personas, de hasta un máximo de seis.

Este nivel afecta a los concellos del área sanitaria de Ponte Caldelas, Cerdedo-Cotobade, Barro y Soutomaior, que actuarán a nivel individual en cuanto a movilidad.

Por último, la Xunta ha anunciado un nivel básico de restricciones, que permite el 50 por ciento de aforo en los locales de hostelería y el 75 en el exterior y no limita la movilidad. Sin embargo, no hay ningún municipio del área sanitaria incluido en él.

A nivel general, en toda Galicia, no se introducen cambios en el aforo del comercio, del 50 por ciento, ni en el “toque de queda”, que se mantiene en las 23 horas.

Asimismo, la comunidad autónoma se cierra desde mañana viernes y hasta el próximo miércoles 9 de diciembre.

Núñez Feijóo destacó en la rueda de prensa en la que anunció estas nuevas medidas de desescalada que el nivel básico es el máximo al que se puede llegar dada la situación actual, con 7.537 personas infectadas en el conjunto de Galicia.

Asimismo, pidió al sector hostelero que ayude a comunicar a sus clientes la necesidad de contención para evitar una relajación ni exceso de confianza.

1.122 casos activos y una nueva fallecida, de 80 años

El anuncio de las nuevas restricciones en el marco de una suave desescalada en Galicia tuvo lugar ayer, cuando en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés se informaba de 1.122 casos activos de COVID. Son 42 más que el día anterior y suponen un aumento ligeramente inferior a los registrados en la última semana, en la que se registró una media de entre 50 y 70 casos más cada jornada. La cifra se ha mantenido estable en todo el mes de noviembre, con restricciones especiales en la mayoría de municipios del área, al ser muy similar el número de nuevos positivos y el de altas diarias. La presión hospitalaria empeora en cuanto a pacientes que requieren de cuidados intensivos. Si el pasado martes se informaba de seis enfermos en UCI, ayer eran ocho. En total, hay 58 hospitalizados, incluidos los 50 en planta. La mayoría se encuentran en el Hospital Montecelo, 49. Desde el inicio del plan de contingencia del COVI, se han curado en el área sanitaria 4.383 pacientes, mientras que han fallecido 57. La última ayer, una mujer de 80 años que estaba en Montecelo. En cuanto a la realización de PCR, son ya 91.451 las efectuadas desde el mes de marzo, así como 43.403 pruebas serológicas. El Sergas realiza desde el pasado martes pruebas al alumnado de los institutos de la comarca, puesto que los jóvenes de 15 a 24 años representan el mayor porcentaje de casos activos actualmente. De hecho, en el área sanitaria hay 148 casos en los centros educativos no universitarios, así como ocho aulas cerradas. En residencias de mayores, destaca la de Vilaboa, con 55 positivos, 41 usuarios y 14 trabajadores. La de Soremay, en Pontevedra, suma 20.