La Federación da Construcción e Madeira de la CIG denunció ayer que 14 operarios gallegos recientemente incorporados a la constructora Camsoar S.L., creada hace solo dos meses y con sede en Poio, fueron abandonados por su empresa en el rural alemán, a donde fueron movilizados desde Galicia la semana pasada para ocuparse de la construcción de la infraestructura para la instalación de la red de fibra óptica en áreas rurales del sur germano.

Tal y como explican desde la FCM, nada más comenzar el viaje los trabajadores se dieron cuenta de que algo iba mal, ya que ni siquiera les firmaron el contrato ni les abonaron el anticipo de 400 euros prometido por persona para hacer frente al coste del desplazamiento.

El lavabo de la vivienda a la que fueron dirigidos. | // FDV

Finalmente iniciaron el viaje con 350 euros cada uno en una furgoneta y un turismo, que solamente les llegaron, aseguran las fuentes de la CIG, para llegar hasta Francia. Allí recibieron un segundo ingreso de 300 euros.

Sin embargo, su malestar solo fue en aumento al llegar al punto de destino, donde les aguardaba una vivienda en condiciones insalubres y de fácil acceso a cualquier viandante, donde su propia seguridad e integridad física quedaba comprometida.

David Deus es uno de esos trabajadores. “Aquel lugar era indescriptible, si éramos 14 personas, allí no cabían ni nueve, por lo que no quisimos quedarnos a dormir allí y nos buscaron a unos apartamentos”, explica.

El techo de la casa para los 14 operarios. | // FDV

Tampoco el trabajo prometido era, según informa, el que se esperaban, por lo que comenzaron a movilizarse para regresar a Galicia.

“El mismo día que llegamos todos se querían ir. Nos habían prometido un sueldo de unos 3.500 euros o más, por lo que era una muy buena oportunidad, sobre todo en los tiempos actuales”, indica Deus.

Tras varias conversaciones con los responsables de la empresa a través del contacto de ésta en Alemania, varios de los trabajadores decidieron quedarse y probar suerte para ver si, finalmente, los empresarios cumplen con lo prometido.

No es el caso de David Deus y al menos otros dos operarios más, que tienen previsto regresar ya esta misma semana.

La CIG denuncia, asimismo, que desde el consulado español y la embajada “no se hizo nada por su situación”. “Al contrario, intentaron disuadirlos de denunciar públicamente su problemática”, se lamenta el sindicato, que cuenta con un abogado trabajando en este caso.