Tras el habitual descenso en el número de contagios contabilizados durante el fin de semana, el área sanitaria de Pontevedra vuelve a experimentar un empeoramiento, que se tradujo, según la información oficial trasladada ayer, en dos nuevos fallecimientos y el aumento de enfermos con 77 positivos en un solo día, lo que deja un total de 1.234 casos activos.

Dos mujeres de 88 y 94 años que estaban en la residencia Domus Vi de Ribadumia fallecieron a causa del virus, elevando a 50 el total de fallecidos en el área desde que se declaró la pandemia.

Lo que sí se ha reducido de forma importante es la presión hospitalaria, ya que son 62 los pacientes ingresados, frente a los 70 con los que se iniciaba la semana pasada.

La mayoría están en planta, son 51 hospitalizados en Montecelo, cuatro en el Hospital do Salnés y tres en el QuirónSalud Miguel Domínguez de Pontevedra. Por el contrario, son cuatro los que permanecen en la UCI, ya que el pasado domingo falleció uno de ellos, un hombre de 81 años y patologías previas. Con él son 48 las víctimas mortales que el Covid se ha cobrado desde el mes de enero en el área sanitaria, la mayoría de edad avanzada.

Desde el inicio del plan de contingencia, se han curado en Pontevedra y O Salnés 3.782 pacientes y se han realizado 84.981 PCR. La positividad de estas a siete días vista es del 8,5 por ciento, superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de un 5 por ciento.

Según los datos facilitados por los concellos, en el municipio de Pontevedra hay 355 casos activos, siendo el que más enfermos aporta. Le siguen Marín, con 92 y Sanxenxo, con 83. El de Poio se mantiene estable con 61.

Las restricciones especiales de la Xunta afectan a numerosos concellos. Actualmente, hay tres grandes zonas con cierre perimetral. La más amplia es la que forman Pontevedra, Marín, Poio, Barro, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade, Vilaboa y Soutomaior. Además, en O Salnés hay un “macroconcello” del que forman parte Vilagarcía, Vilanova y Cambados. Por último, Sanxenxo y O Grove son un área propia juntos.

Los vecinos de las diferentes áreas no pueden salir de ellas salvo por motivos justificados. La principal medida aplicada en todos estos municipios es el cierre de la hostelería, salvo para entrega a domicilio.