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La Casa Consistorial presenta en su interior un estado ruinoso

Las paredes del salón de plenos construido por Alejandro Sesmero tiene sus paredes desconchadas y en total abandono

Estado actual del salón de plenos con las paredes sucias y desconchadas. | // GUSTAVO SANTOS

Casa Consistorial. | // G. SANTOS

La Casa Consistorial, construida por el arquitecto Alejandro Rodríguez Sesmero entre los años 1877 y 1880 presenta en su interior un preocupante estado de abandono con paredes desconchadas y sucias, cables colgados y otras muchas deficiencias.

El gobierno de Lores, que tras el traslado de las oficinas municipales en 2010 a la nueva sede de Michelena, anunció que el edificio de la Plaza de España se iba a remodelar para convertirse en la sede institucional, finalmente parece haber dejado aquel proyecto en un cajón bajo llave. La idea era que dejaría de ser un edificio que albergaba oficinas y despachos para convertirse en un inmueble de marcado uso institucional y cultural.

El emblemático edificio, acoge hoy en día en su planta baja la oficina municipal de turismo, pero su primera planta, donde se encuentran el salón de plenos y varios despachos como el de la antigua Alcaldía presenta un estado ruinoso, como se puede apreciar en la imagen.

En 2009, antes de la mudanza, Lores y su gobierno contrataron al arquitecto José Ramón Garitaonaindía de Vera -el mismo que diseñó el centro de piragüismo del Pontillón- con el fin de que preparara un proyecto de acondicionamiento interior y exterior, muy necesario ante el deterioro que presentaba el edificio desde su último “lavado de cara” en profundidad, hace medio siglo.

Aquella reforma se quedó en un cambio de ventanales y pintado de fachada, pero al interior no se le tocó. Ahora, el salón de plenos presenta una imagen deplorable, impropia de una de las joyas arquitectónicas de la ciudad que cuenta con 140 años de historia.

El proyecto de Garitaonaindía planteaba que uno de los principales espacios que sería objeto de actuación era el salón de sesiones, un amplio local que ocupa la mayor parte de la fachada principal. Sus 100 metros cuadrados estaba previsto que se ampliaran a más de 160 al extenderse a los despachos laterales, y se iba a reforzar su estructura, con la pretensión de recuperar los plenos. Se convertirá así en una sala multiusos capaz de albergar desde conferencias a exposiciones y otros actos, incluidas, como no, las bodas civiles, que ahora se desarrollan en Mugartegui.

La fachada trasera, hacia el casco viejo, también iba a ser recuperada y potenciada, mediante su destino a usos más institucionales y protocolarios, con un despacho para el alcalde y su gabinete.

Además de los cambios de ventanales, el último trabajo realizado en el consistorio fue hace un par de años con la reforma de la cubierta.

Convento de Santa Clara

Curiosamente, el gobierno nacionalista, a través de su concejal de Urbanismo, Xaquín Moreda, anunció el pasado jueves su intención de comprar el convento de Santa Clara y su huerta para darle uso público.

Una inversión, sin duda, que será importante para la ciudad, pero que llama la atención que mientras hay dinero para esta compra, se tenga abandonado el consistorio de la plaza de España hasta el punto de presentar un pésimo estado y sin noticia alguna de su rehabilitación.

Pazo de Lourizán

Otro tanto sucede con otro edificio histórico de la ciudad, como es el Pazo de Montero Ríos, en Lourizán donde la disputa entre Diputación y Xunta y la desidia de ambas administraciones puede acabar con un derrumbe de parte del edificio.

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