Una semana de duras restricciones en el área sanitaria, con cerrojo a la hostelería en ocho de sus municipios confinados perimetralmente, que arroja pocas mejorías en los principales indicadores epidemiológicos. Todavía es pronto, como indican desde las autoridades sanitarias, para que en el balance del Sergas se vea que Pontevedra y O Salnés doblega la curva de la segunda oleada del coronavirus.
Preocupa especialmente la situación en los hospitales de la comarca, que ayer comunicaron por segundo día consecutivo un descenso en la presión hospitalaria. En los centros del área, el sábado permanecían ingresados un total de 74 pacientes, nueve menos de los que había ingresados el viernes y doce en comparación con el jueves.
Con esta bajada en la presión hospitalaria se empieza a atisbar el propósito que persigue el endurecimiento de las restricciones en el área pontevedresa que, tras varias jornadas comunicando nuevos ingresos, se acerca a la cifra de hospitalizados por Covid-19 que los centros atendían cuando se decretó el cese de actividad para el sector hostelero. Entonces (el sábado 7 de noviembre) permanecían ingresadas 71 personas, tres menos de las que había ayer.
En concreto, 68 del total de enfermos por coronavirus que necesitan atención médica se encuentran en plantas de hospitalización. La gran mayoría permanecen en el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, con 50 pacientes repartidos entre las unidades de Montecelo y el Provincial. El resto se encuentran ingresados en el Hospital do Salnés, con 15 hospitalizados, y en el Hospital QuirónSalud Miguel Domínguez, que ayer comunicaba 3. A ellos hay que sumar otras 6 personas que se encuentran ingresadas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), una más que en la jornada anterior.
Con todo, la cifra de hospitalizados todavía está lejos de acercarse a los 60 que había a finales del mes de octubre, cuando se decretó el confinamiento perimetral de Pontevedra, Poio y Marín. Y es que en el área sanitaria, pese a que se llevan aplicando restricciones especiales desde principios de septiembre (como la reducción del aforo en terrazas, establecimientos o la limitación a 10 personas en las reuniones sociales) no consigue frenar el ritmo de contagio diario. Ayer Sanidade notificó 65 nuevos positivos, uno más de los diagnosticados el viernes, dos en comparación con el jueves. Se trata de una tendencia en el número de infecciones detectadas que, con ligeras variaciones, se ha mantenido estable en la última semana. Así, desde el cierre de la hostelería y la ampliación del cierre perimetral a Vilaboa, Ponte Caldelas, Barro, Cerdedo-Cotobade y Campo Lameiro se diagnosticaron un total 506 nuevos positivos.
Casos activos
Pese a que el avance del virus en Pontevedra y O Salnés continúa sin que parezca que surtan efecto las duras restricciones que viven estos ocho concellos, la curva de casos activos muestra una ralentización, motivada por incremento de las recuperaciones que consiguen compensar, en gran medida, los positivos diarios. En la pasada jornada, el Sergas contabilizó en 1.277 las personas en fase activa de la enfermedad, tan solo 7 más que el viernes. Si se compara con el calendario de restricciones que se han ido aplicando a lo largo de estas dos semanas, suponen 359 casos más frente a los que había cuando se cerraron Pontevedra, Poio y Marín; pero tan solo se incrementaron en 48 desde que las limitaciones se endurecieron en los ocho concellos.
Todo ello es posible gracias a la tendencia positiva en el número de altas concedidas, que esta semana se incrementaron en 381 sobrepasando la barrera de los tres mil recuperados. En total, desde el inicio de la pandemia en Pontevedra y O Salnés superaron el coronavirus 3.114 personas.
En el lado negativo de las cifras, tampoco ha dejado de crecer el número de fallecidos por coronavirus, incrementándose en una semana en 8 la lista de víctimas mortales en el área, que suma 42 defunciones. El último deceso ocurrió el viernes a última hora en el Hospital do Salnés, en donde una mujer de 81 años, usuaria de la residencia DomusVi Ribadumia, perdió la vida.
Por concellos
El municipio con mayor número de infectados por coronavirus continúa siendo el de Pontevedra, que ayer concentraba 373 de los casos activos de Covid-19. Se trata, en todo caso, de un número menor del comunicado el viernes, cuando había tres enfermos más.
En el lado contrario, incrementado el número de positivos, se encuentra Sanxenxo, bajo vigilancia especial pero de momento sin restricciones especiales. En este municipio se incrementaron en uno los casos activos, hasta los 73. Contrasta con los 70 que arroja Poio, que sí mantiene restricciones, aunque también aquí crecieron en tres.
Montecelo, bajo vigilancia tras el brote en Neumología
Pese a la tregua que empieza a dar el Covid-19 en la presión hospitalaria en el área, las malas noticias para los centros hospitalarios del área de Pontevedra y O Salnés llegaron al inicio del fin de semana, cuando se detectó un nuevo brote de coronavirus que afecta al Hospital de Montecelo. Por el momento, según confirmaron a FARO fuentes de Medicina Preventiva del Complexo Hospitalario de Pontevedra, hay tres facultativos que dieron positivo en el cribado que realizó Sanidade en el centro a lo largo de la semana y a los que hay que añadir, de momento, otro médico más en cuarentena. Dos de los afectados por el nuevo brote que sufre el hospital pertenecen al servicio de Neumología, en donde ya se ha activado el protocolo Covid-19. No se descarta que el número de profesionales afectados o en cuarentena se incremente en los próximos días, ya que la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales no ha comunicado la cifra final de médicos afectados por el brote en el que es uno de los equipos Covid del centro. Estos están formados, básicamente, por especialistas de Neumología y Medicina Interna. El nuevo foco llega tan solo semanas después del anterior registrado en el servicio de Oncología del Hospital Provincial que, tras varios cribados realizados una vez detectado, llegó a afectar hasta a medio centenar de personas entre profesionales y usuarios del centro hospitalario. El último brote registrado en el hospital llega en un momento en el que el CHOP alberga a medio centenar de pacientes de coronavirus ingresados en planta y a los que hay que sumar otros cinco que permanecen en las Unidades de Cuidados Intensivos.
