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Aseguran el remolcador hundido mientras se prepara la operación para reflotarlo

Se adoptaron las medidas para evitar cualquier riesgo de vertido procedente del barco | Marín fue escenario ayer de múltiples muestras de cariño hacia el patrón fallecido

Cuando ayer habían pasado ya más de 24 horas desde el accidente mortal que costó la vida al patrón del remolcador “Gaviota”, Eusebio Aldao Rodríguez, la villa marinera todavía no había sido capaz de asimilar el duro golpe que supuso la pérdida de “Sebito”, como era conocido por todos. Ayer se sucedieron las muestras de cariño hacia el fallecido, de 63 años, y hacia su familia, mientras toda la localidad le brinda el último adiós.

Está previsto que hoy tenga lugar la despedida en el Tanatorio de San Marcos, en donde estaba siendo velado. Será a las cuatro y media de la tarde, antes de la incineración en la intimidad familiar. Para mañana lunes está prevista la celebración de un funeral en su memoria. Tendrá lugar en el Templo Nuevo de Marín a las seis y media de la tarde y cumpliendo con todas las medidas de prevención que establecen las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la Covid-19.

La comunidad portuaria de Marín y toda la localidad está de luto pero casi sin tiempo para reponerse de esta tragedia, también comenzaron las labores para intentar reflotar y recuperar el remolcador “Gaviota” que patroneaba el fallecido en el momento en le que se produjo el fatídico accidente.

Antonio Alonso, dueño de la empresa de remolcadores Amare Marín, propietaria del “Gaviota”, explicaba que ayer mismo volvieron al lugar de los hechos para comenzar a diseñar el plan que permitirá recuperar el barco, que permanece asegurado en el mismo lugar en el que se hundió. Alonso explicó que el buque se encuentra tocando el fondo marino y se ha desplegado un importante dispositivo para evitar cualquier peligro para la navegación o cualquir tipo de vertido de combustible al mar, procedente de los depósitos de la embarcación. En cuanto sea posible a lo largo de los próximos días (hay que tener en cuenta también las condiciones del mar, dado que ayer ya no eran tan buenas como el viernes, cuando se produjo el accidente), se intentará reflotar la embarcación.

En estas labores estuvieron acompañados y auxiliados por embarcaciones de distintas entidades como Salvamento Marítimo o la embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Pontevedra.

Antonio Alonso expresaba ayer, desde el mismo lugar en el que se produjo el hundimiento del remolcador, el dolor por la pérdida de una persona de la calidad humana de Eusebio Aldao. “Después de 23 años que llevaba en la empresa, uno ya deja de ser jefe o empleado y es un gran amigo”, explicaba desde el mismo lugar del suceso, al tiempo que señalaba que a toda la plantilla de Amare Marín le iba a costar sobreponerse a esta pérdida.

Este accidente marítimo mortal se produjo el pasado viernes cuando dos remolcadores de Amare Marín realizaban labores de arrastre de un buque congelador en pruebas que salía de un astillero del Puerto. Uno de los remolcadores estaba situado a proa y otro a popa de este buque más grande cuando se produjo el accidente. Muchos de los testigos afirman que en un momento dado el buque congelador se vino encima del remolcador “Gaviota” que patroneaba el fallecido y este acabó volcando.

De las dos personas que iban a bordo del barco accidentado, uno de ellos fue capaz de lanzarse al agua y fue recogido sin sufrir daños por algunos de los barcos que se encontraban en la zona. No obstante, el patrón quedó atrapado en la embarcación hundida. Cuando fue rescatado, todos los esfuerzos de los equipos médicos para reanimarlo resultaron inútiles.

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