El pasado martes se cumplió el 37º aniversario del fallecimiento de un marinense que llevó a su villa natal en su corazón, allá donde su destino lo envió, siempre dispuesto a colaborar para conseguir su desarrollo y crecimiento que él pensaba y creía que era lo que necesitaba. Nos referimos al catedrático e historiador don José Torres Martínez, nacido un 25 de abril de 1905, y fallecido el 10 de noviembre de 1983, siendo primer teniente alcalde de nuestra corporación, donde realizó su última contribución a nuestra villa, su Marín que tanto amo.
Excelente educador y maestro, al que muchos de sus alumnos de Marín, Pontevedra, La Coruña y Santiago, recuerdan con gran cariño, agradecimiento y admiración, que les sirvió para encauzar sus vidas. Persona prudente, trabajadora y disciplinada, con grandes conocimientos, experto y soñador. Magnífico orador, gran comunicador que acompañaba sus explicaciones, con ejemplos y visitas a los lugares necesarios, para una mayor comprensión del alumno. Excelente profesor y maestro, enseñó en el Instituto y en la Escuela Normal, gratuitamente, dio clases en la “Academia Inmaculada” de Pontevedra y “Academia Galicia” de La Coruña, y muchos de sus alumnos manifestaron que, al llegar a la universidad, “no encontraron diferencia”. Gran pedagogo y persona incansable en su trabajo, defensor de la enseñanza libre y de una educación integral, fundó las academias “Minerva” y “Atheneum” en Marín.
Como marinense, se interesó, alentó y colaboro siempre en cualquier iniciativa, para la mejora de Marín, en todos sus aspectos. Persona de gran iniciativa, que planteó a las corporaciones de su tiempo, muchas propuestas para mejorar, como: la Biblioteca municipal, el Patronato de Turismo, el servicio de agua, el Patronato turístico, el Escudo municipal y la Bandera, etc., etc., ofreciéndose desinteresadamente, a asesorar, colaborar y trabajar por el bien de su querido Marín, y allá por donde iba, siempre procuraba ensalzar y difundir sus encantos. Escribió cientos de artículos sobre Marín, impartió infinidad de conferencias para que los marinenses conocieran nuestra historia. Y nos dejó un legado valiosísimo, con los libros de la Historia de Marín y Marinenses en el tiempo. Que, por cierto, muchos escriben basándose en su trabajo, sin tener, siquiera, la honradez de mencionarlo, incumpliendo así el derecho intelectual del autor. Pues, fue el historiador de Marín, el que nos enseñó nuestra dilatada historioa.es cierto en Marín nadie conocía. Enseñó a sus alumnos los dólmenes, el castro de “Cividat”, los “Petroglifos de Mogor”, las iglesias románicas, los pazos, los cruceros, etc., etc.
Por todo esto, y mucho más, traemos hoy a nuestro comentario, el recuerdo permanente de la figura de don José Torres Martínez, un marinense excepcional. Dedicó toda su vida a la enseñanza y a su Marín del alma, y, sin embargo, todavía, los marinenses estamos en deuda con él.
