Ya exalumna del IES Frei Martín Sarmiento, Clara Candisano Gillanders es la única estudiante pontevedresa que será galardonada con el Premio Extraordinario de Bachillerato correspondiente al curso 2019-2020. Cada uno de los 20 premiados en esta edición recibirá 1.000 euros, un diploma acreditativo y la mención en su expediente académico, con los que se reconocen “los méritos excepcionales por el excelente resultado académico logrado”, recuerda la Consellería de Educación.
–¿Qué Bachillerato cursó y qué estudia actualmente?
–Hice el Bachillerato de Artes Escénicas en el IES Frei Martín Sarmiento y ahora estoy haciendo Filología Clásica en la USC. También estudié Violín, el grado profesional mientras iba al instituto, me gusta muchísimo tocar y ahora estoy en la orquesta de la universidad.
–¿Cómo fue el pasado curso?
–Raro, los alumnos estábamos bastante perdidos porque tampoco se nos dieron muchas indicaciones de qué hacer. Los exámenes de la ABAU, los modelos nuevos, salieron bastante tarde y no sabíamos muy bien ni cómo estudiar ni cómo evaluar. Fue complicado, pero lo sacamos adelante como pudimos. Lo malo fue que la Xunta recomendó o hizo obligatorias unas ponderaciones nuevas que siguió mi instituto y a muchas personas nos bajaba la nota y teníamos que trabajar un montón para volver a subirla.
–Deduzco que ha tenido intereses artísticos desde pequeña.
–Sí, las plásticas no tengo nada, pero la música sí. Llevo desde pequeña rodeada de ella y la disfruto mucho. Mi plan original era estudiar violín, además de Filología Clásica, y me convenía hacer el bachillerato artístico por los horarios, pero con todo lo del coronavirus no he podido presentarme a las pruebas de violín. Sigo tocando pero he dejado un poco aparcados los estudios reglados.
–Afirma que no estaba muy animada a presentarse a los Premios Extraordinarios de Bachillerato…
–No, no estaba especialmente motivada porque, bueno, como fue un final de curso tan raro no sabía si iba a estar suficientemente preparada para hacer un buen examen en el Premio de Bachillerato. Mis padres ayudaron en eso de animarme, decirme que por lo menos no intentara, y la verdad es que al final me alegro de que lo hicieran.
–¿Cómo es el proceso de selección?
–Hay que tener la media, que es un 8.75, y presentarse a unos exámenes que son 3 pruebas separadas, una de comprensión y análisis de texto, comentario, hacer un resumen, cuestiones de gramática, que sí que lo hacíamos en el instituto. Luego hay una de lengua extranjera, que en mi caso es el inglés, que también es de nuevo un texto y cuestiones de gramática. Y la tercera es sobre la materia troncal de opción que uno haya cursado en Bachillerato, que en mi caso fue Fundamentos del Arte, y en esa sí que tenía más dudas porque cuando fui a preparar el premio me di cuenta de que había muchos contenidos que no había tratado nunca en el instituto, básicamente aprendemos pintura y en esa prueba piden temas sobre joyería, moda, cine, arquitectura, muchas cosas de las que no sabía nada cuando empecé a estudiar.
–¿Por qué se decantó por la Filología Clásica?
–De pequeña leí libros que tratan de la mitología clásica como puesta en la actualidad, conocí a una compañera de estudios de mi padre que me dijo que había hecho Filología Clásica y lo había estudiado en la universidad. Desde ese momento pensé, fantástico, porque me encanta aprender idiomas, todo lo relacionado con el mundo clásico y me di cuenta de que era mi carrera.
–¿A qué le gustaría dedicarse en el futuro?
–Me gustaría hacer también algo de Historia del Arte porque me gusta mucho el tema de museos, gestión cultural, todo ese mundo y me parecería muy interesante trabajar en eso, y también me gusta el mundo de la docencia.
