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El bar se muda a la oficina, a casa...

Varias cafeterías registran colas en horas punta con pedidos para los centros del trabajo del perímetro | Adelantan la apertura y el cierre para ajustarse al nuevo entorno laboral

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El bar se muda a la oficina, a la calle y a casa Rafa Vázquez

Recogida de un pedido en la Crepería CreCotte. | // R. VÁZQUEZ

La hostelería resiste y lo hace con la que es su única opción en el actual escenario de cierre: las comidas y bebidas para recoger en el local y el servicio a domicilio. La gran mayoría continúa no obstante sin actividad, mientras todo el sector se enfrenta a una reorganización general, a la cabeza de los horarios.

“Se han acabado los grupos de tarde y las meriendas”, constata Virgina Giráldez, de Dulce de Leche, tres cafeterías cuyo funcionamiento refleja a su vez cómo está cambiando el día a día de los pontevedreses. En la actualidad analiza qué horarios le resultan más rentables, tras comprobar que la tarde “se ha cortado completamente”, señala, “antes teníamos muchas señoras, familias y en general gente que venía por ocio”, todo un segmento que ha desaparecido.

Como respuesta, la medida inicial ha sido “abrir y cerrar antes”, a fin de dar servicio a bancos, gestorías, academias, tiendas etc que funcionan en horario matutino. En paralelo, dice adiós a los turnos para la cerveza de tarde, grupos de compañeros de trabajo que era habituales hasta hace solo unos meses.

En el extremo contrario, en la hora punta de la mañana varias cafeterías registraban ayer colas. El efecto se nota especialmente en los barrios fuera del ensanche, donde prácticamente toda la hostelería permanece cerrada. “Los pocos que seguimos abiertos, como en el Dulce de Leche de Reina Victoria o María Victoria Moreno”, indica Virgina Giráldez, “sí que notamos más demanda”.

“A la hostelería le llevará un tiempo readaptarse”, reconoce Jesús Rey, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Pontevedra, muchos de cuyos socios encabezan pequeñas empresas del sector. “Están cambiando los hábitos de gran parte de los consumidores”, recuerda, “en estos momentos el take away (recogida para llevar) y el delibery (entrega a domicilio, generalmente a través de plataformas) es lo único que están trabajando. A día e hoy es la única forma de mantenerse y lo cierto es que, cada vez más, los clientes piden para llevar a sus oficinas o a sus casas”.

En el centro histórico, epicentro del tapeo en Pontevedra, prácticamente toda la hostelería está cerrada. En la emblemática plaza de A Verdura solo funciona la cafetería del hotel Rúas, donde el servicio de cafés y otras bebidas para llevar “está funcionando muy bien”.

Es uno de los locales que ha optado por adelantar la “barra” a la puerta y servir directamente desde la misma a los clientes. A unos metros, el cercano Bar Pasaje también se decanta por esta opción, evitando que se acceda al interior del local y se incremente el riesgo de contagio.

Más experiencia tiene la hostelería en lo que respecta a los almuerzos y cenas para llevar. A veteranos como O Cruceiro (que estos días implementa una nueva plataforma de pedidos) o la Crepería CreCotte, que desde hace años disponen de servicios a domicilio, se han sumado desde el arranque de la pandemia numerosos establecimientos.

“Es el espacio de negocio en el que todos se intentan cobijar”, indica Miguel Lago, presidente del Centro Comercial Urbano (CCU) Zona Monumental, el barrio hostelero por excelencia de la ciudad y que ha paralizado el grueso de su vida cotidiana. “Con el cierre de los bares y taperías se produce un repunte de este tipo de compras para recoger y del servicio a domicilio; es un efecto que ya se percibió con el confinamiento y que se repite ahora”.

Entre los que se sumaron en el inicio de la crisis sanitaria, la vinoteca O Bioco. Su responsable, Mónica Garrido, destaca que el servicio “está funcionando, sobre todo a partir del jueves y hasta el domingo, y está más parado en el inicio de la semana”. A los clientes habituales con los que arrancaron en abril se van sumando “otros por referencias”, nuevos conocedores de esta opción que es, recuerda, “a la carta, se cocina para el cliente”, incluso si está interesado “en que le preparemos de algún tipo un pescado específico, basta con que lo reserve de un día para otro”.

Hosteleros se organizan en la Plataforma de Afectados Covid para reivindicar ayudas y exenciones

Tras la cacerolada que protagonizaron el pasado martes, convocada por un centenar de hosteleros, se pone en marcha la Plataforma de Afectados Covid “para seguir en la lucha” por lo que consideran “causas justas, acceso a ayudas directas o exención de un puestos”, indican sus responsables. La nueva organización fue decidida mediante asamblea y se constituirá “esta semana”, avanzan. Las exenciones que han sido “indebidamente cobradas”, según los hosteleros, fueron uno de los temas que abordaron Jacobo Barragáns, Esteban Pampín y Jacobo Rivas, representantes de la Plataforma, en la reunión que mantuvieron ayer con la concejala de Promoción Económica, Yoya Blanco. Los hosteleros critican que el Concello “no es consciente” de la situación económica y les está cobrando tasas por servicios que no presta, como el de basuras, y que han sido suspendidas en otros municipios. Por el momento el compromiso municipal es que a través de #PonteLovers la Concellería de Promoción Económica financiará acciones formativas para los integrantes del nuevo colectivo. Jacobo Barragáns señaló que las adhesiones a la Plataforma “suben por minutos” . El colectivo agrupa ya, señaló, a134 empresarios, desde hosteleros y pequeño comercio y ha mostrado su contrariedad por la cancelación “por parte de la Subdelegación” de una recogida de alimentos “que surgía el pasado jueves a raíz del cierre repentino”. Aseguran que la Policía “se presentó a suspenderla sin ninguna comunicación previa”.

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