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Agencias de viajes, un cierre obligado

Las empresas que permanecen abiertas se limitan a tramitar devoluciones o viajes para volver al país de origen

Imagen de una de las agencias, en la calle Riestra, que ha cerrado sus puertas en la ciudad. | // RAFA VÁZQUEZ

Buena parte de las agencias de viajes de la ciudad han cerrado, otras tantas están trabajando desde casa, el resto del sector ha acordado abrir de cara al público solo por las mañanas y todos sobreviven como pueden sin saber qué pasará mañana. Son un comercio, por lo que pueden permanecer abiertos, pero ahora mismo no tienen nada que vender. Si la situación ya venía siendo muy complicada para las agencias durante los últimos meses, el cierre perimetral ha empeorado todo. Y es que algunas trataban de sobrevivir ofertando escapadas de fin de semana por Galicia o Portugal, pero ya no les queda nada.

Desde las agencias explican que la única actividad que tienen a día de hoy son las reclamaciones de viajes que no se han podido hacer y algunas trabajan con residentes de otros países que quieren volver con su familia. Esta es la actividad principal de agencias como Viajes Rascado. Allí Tareixa Rodríguez afirma que “con eso no da para vivir, es muy complicado, se está sobreviviendo malamente. De hecho, yo estoy trabajando tres horas y el resto del personal ya no está”, explica. La empresa albergaba alguna esperanza en el puente de la Constitución, pero ya pocas les quedan: “Si pueden hacerlo a lo mejor hay algo, pero dependemos del día a día”, afirma.

Sin apenas beneficios, los gastos siguen intactos. “A día de hoy tenemos cero ventas. He facturado un 93% menos con respecto al año pasado. A mis trabajadores los tengo en ERTE. Es muy complicado porque sigues pagando autónomos y parte de la Seguridad Social de los trabajadores”, relata David Neira, propietario de Viajes 365 días.

A todo ello se le suma el hecho de que las facturaciones de 2019 no son reales, como explica este empresario. “Las ventas de noviembre y diciembre de 2019, con sus beneficios, al final no fueron reales, porque se tuvieron que hacer devoluciones”. Pese a todo, quieren evitar el cierre, pero si la situación se alarga mucho más, no saben cómo lo harán. “Esto es una montaña rusa y no veo la luz al final del túnel. Si al menos supiéramos cuándo acaba… Pero no tenemos una fecha. Yo llevo 15 años aquí y lo voy a dar todo para seguir, en mi mente no está cerrar”, comenta Neira, que por las mañanas va a la oficina, por si algún cliente necesita hacer una consulta sobre las reclamaciones, y teletrabaja por las tardes.

La tónica es similar en Mis viajes con Pancho. Delfi Vázquez explica que ya han reembolsado prácticamente todos los viajes. Esto supone que el beneficio de meses de trabajo ha sido cero: “Nosotros no penalizamos a ningún cliente con costes. No nos hemos quedado con nada, entendemos que esto es una situación extraordinaria para todo el mundo, y aunque reclamar las devoluciones conlleva un trabajo no queremos que repercuta en el cliente porque no tiene culpa”.

Algunas agencias esperaban que el bono turístico fuera un impulso, pero no ha sido el caso. Esta ayuda de la Xunta al personal del Sergas daba 250 euros para canjear en ciertos establecimientos de Galicia hasta el 13 de diciembre. Explican que se han tramitado pocos y señalan que el beneficio es muy limitado, apenas 20 euros.

Entienden que la preocupación principal de la gente ahora no es viajar y llevaban meses con un viaje programado para Lisboa para el puente de diciembre, pero ni si quiera entran a preguntar.

Necesidad de PCR asequibles para viajar

Las agencias de viajes están en jaque desde marzo y aunque en verano las fronteras han sido más flexibles, la temporada alta no ha mejorado la situación del sector. Por ello los profesionales creen que la solución pasa por realizar PCR para poder viajar. La propietaria de Terra Viaxes, Érika Pena, recuerda que las PCR son muy caras. “Iberia anunció que facilitaría su acceso , pero igualmente rozan los 100 euros. Para una familia de, por ejemplo cuatro personas, es inasumible pagar estas pruebas además del gasto que implican las vacaciones. Tendrían que ser más baratas. Al final todo esto no nos deja vender.”, explica. Como ella Tareixa Rodríguez señala que los próximos meses prevén muy complicados: “Tenemos que asumir que loas PCR van a tener que ser obligatorios para viajar a cualquier ciudad y que sea factible que la gente las haga, creo que es la única manera”.

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