Es el fin de semana más importante del año en las floristerías. “Con mucho”, explica Loli Torres, que desde hace 13 años vende en el Mercado, “hacemos habitualmente el 50% de las ventas en estas fechas”. No obstante, también en esto 2020 es atípico y nada que ver este puesto con las colas cercanas ante las queserías o pescaderías. “Ya ve”, resume la propietaria, “no se vende nada”.
A unos metros, en la plaza de A Ferrería, el mercadillo de flores también continúa sin ventas. La Concellería de Promoción Económica autorizó la instalación de 33 puestos distanciados, si bien finalmente sobró espacio, como podía comprobarse por los distintos blancos en el circuito de entrada y salida que se estableció para minimizar el riesgo de aglomeraciones.
No fue necesario y pasado el mediodía más del 50% del material continuaba sin vender. Lejos del bullicio de otros años, A Ferrería recibió escasas visitas, menos aún interesadas en comprar. “Es peor mercadillo en muchos años”, concluye Diego Abal, florista de Vilanova de Arousa y uno de los que ha perdido con el cierre perimetral “mucha clientela que venía de fuera” de los municipios limítrofes al área restringida y, especialmente, “de Pontevedra, Poio y Marín que no pueden salir “ de estos concellos a llevar las flores.
Es una respuesta que se repite entre los floristas, que en los últimos días han recibido cancelaciones de pedidos por la imposibilidad de que el comprador los recoja o llevarlos al cementerio.
Coinciden clientas como Adela, que acude “todos los años” al mercadillo “para llevar flores al panteón, pero está en As Neves y vamos a ir más adelante”, indica. Así, solo acude a A Ferrería “para comprar algunas flores sueltas para casa”.
Fue la petición más repetida: pequeños ramos, flores y verde para hacer composiciones en casa, mientras que continuaron sin vender centros de 40 euros que a última hora llegaron a estar rebajados a 10.
Avelina Dasilva es otra de las que señala que “es el peor año que recuerdo” en el mercadillo en el que lleva vendiendo “más de 30 años”. Cultiva en Campañó (parroquia de la que proceden varias de las más veteranas) sus crisantemos blancos y verdes, que ayer volvieron a adornar A Ferrería en un mercadillo que es a la vez hermoso y triste. En este 2020, además solitario.
“Hay que espaciar las visitas al cementerio, sobre todo los mayores”
El cierre perimetral de Pontevedra, Marín y Poio busca restringir la movilidad de los vecinos de los tres municipios en el puente de Todos los Santos. Dentro del área, preocupa en especial que se produzcan aglomeraciones en los cementerios.
Los de Pontevedra abrirán hoy y mañana de 9 a 19 horas. Los camposantos de San Amaro, Pontesampaio, Lérez, Bora y Campañó cuentan con indicadores a la entrada en los que se señala este horario y se recuerdan las recomendaciones de respetar los circuitos, evitar el contacto físico en los saludos o que 30 minutos es el tiempo máximo de la visita.
El acceso a San Amaro solo se puede realizar a pie. Tanto este cementerio como el de Lérez cuentan además con operativos de tráfico para regular el flujo de vehículos. El Concello hace un llamamiento a la responsabilidad y pide “espaciar todo lo posible las visitas, sobre todo en el caso de la gente mayor”. La concejala Carme Fouces recuerda que “noviembre es el mes de Santos y no es necesario que nos aglomeremos todos este día”.
