Los vecinos del lugar de O Castrado, en Cerponzóns, mostraron ayer su preocupación por la presencia cerca de las casas de varios nidos de avispas velutinas. Los residentes en la zona solicitaron ayuda a la asociación de vecinos O Chedeiro ante la alerta que están crenado estos animales en la zona y las reticencias que están encontrando para la retirada de los nidos.
Según explican desde la asociación vecinal, tanto los vecinos como los peregrinos (por la zona pasa el Camino Portugués a Santiago), están sufriendo continuamente la presencia de cientos de ejemplares revoloteando por la zona. Un vecino afectado explica que su presencia se suele incrementar los días de buen tiempo en torno a una casa abandonada en la que crece hiedra y otras plantas con flores que atraen la presencia de estos animales. Se trata de un inmueble que está prácticamente pegado a otro que sí está habitado.
La preocupación vecinal creció estos días, afirman, después de dar aviso al Servicio de Medio Ambiente que se ocupa de la retirada de estos nidos. Y es que la respuesta, afirman, es que se daba el aviso por cerrado al situarse los nidos en una zona de seguridad de un río por lo que no se podría eliminar por “riesgo medioambiental”.
Los vecinos dicen que los nidos deben ser retirados cuanto antes dado que están a menos de 15 metros de las casas y además es habitual ver a las avispas volar en gran número cerca del camino que forma parte además de la ruta Xacobea y es muy transitado por los peregrinos.
Según indican desde la Asociación O Chedeiro, entre los vecinos (todos de cierta edad) hay alguno con problemas de alergias y además el peligro aumenta al tener que pasar por este lugar sin posibilidad de poder desviarlos los peregrinos en ruta hacia Santiago de Compostela.
Uno de los vecinos afectados explicaba ayer a FARO que él mismo avisó a los técnicos de Medio Ambiente de la Xunta pero que le transmitieron, primero en el mismo lugar y luego por SMS, de la imposibilidad de retirar los nidos por hallarse en esta franja de protección de un cauce fluvial. No obstante, se preguntan si no existen métodos suficientes para poder proceder a la retirada del nido respetando el medio ambiente.
En cualquier caso, advierten de que la retirada de los mismos (cuentan un total de tres, aunque en el caso de uno de ellos dudan de si está activo o no) debe ser inmediata para evitar cualquier contratiempo y que los vecinos puedan recuperar la normalidad y la tranquilidad cuanto antes.
Y es que la presencia de estos enjambres está creando un gran “nerviosismo” en esta zona en la que hay cuando menos tres viviendas relativamente cerca de ellos.
