El Concello esperaba estas obras dado que aguardan que sea el “primer paso para la recuperación de todos los terrenos ocupadas que están donde no deben estar, y por lo tanto, el primer paso para ganar estos terrenos para los pontevedreses y pontevedresas” en Lourizán, explicó Gulías, en clara referencia a la presencia de la empresa Ence en el resto de los terrenos que ocupa en la ensenada de Lourizán.

En este caso, cabe recordar que está pendiente de resolución ante la Audiencia Nacional un recurso interpuesto por el Concello (hay otros dos de la APDR y Greenpeace) contra la prórroga de la concesión de Ence en los terrenos que ocupa en la ría de Pontevedra.

La Xunta de Goberno local del Concello de Pontevedra dio ayer una de las licencias urbanísticas más esperadas por el ejecutivo pero también una de las actuaciones sobre las que estarán más vigilantes en lo que respecta al cumplimiento de las medidas de seguridad en torno a la misma: las obras de descontaminación del terreno que ocupó durante décadas la clorera Elnosa.

Se trata de la segunda licencia de obra que otorga el Concello dentro del proceso de desmantelamiento de Elnosa tras la caducidad de su concesión en terrenos de dominio público marítimo-terrestre. En abril ya se dio el visto bueno a la primera fase de los trabajos que tenían como objetivo la demolición de los edificios que ocupaban esta parcela. Una actuación que requirió una inversión por parte de la empresa Bondalti (dueña de Elnosa) de 366.692 euros. Finalizadas estas obras de demolición, el gigante químico portugués acomete la segunda fase de los trabajos para devolver los terrenos a su estado original (o al menos, dado que es imposible recuperar la ensenada, por lo menos dejarlos en condiciones óptimas). Esta segunda fase es la más compleja, dado que tiene como objetivo fundamental descontaminar unos terrenos que presentan una importante contaminación con mercurio, metal que era utilizado en el proceso de elaboración del cloro.

Gran inversión

La complejidad de la actuación, comparada con la primera fase, tiene su reflejo también en la cuantía que Bondalti destina a esta descontaminación del terreno que ocupaba Elnosa, en torno a 2,6 millones de euros.

Tal y como explicó la portavoz del Gobierno local, Anabel Gulías, tierras contaminadas con mercurio para, posteriormente, proceder a su relleno con “material limpio” procedente, tanto de la propia parcela que ocupaba Elnosa, pero también de con material ajeno procedente de otras zonas y limpio.

Las medidas de descontaminación en un entorno además tan frágil y sensible como es la ría de Pontevedra incluirán también la construcción de recintos estancos para evitar posibles filtraciones de material contaminado. Las tierras contaminadas con mercurio que se extraigan de esta zona serán tratadas por un gestor de residuos cualificado.

Para la concesión de esta licencia, el proyecto tuvo que contar con el visto bueno de Costas y de Medio Ambiente de la Xunta, organismos que deberán velar por el cumplimiento de todas las medidas de seguridad necesarias para un proceso de descontaminación tan delicado como este. Por ello pidió a ambos que sean muy “escrupulosos” en la vigilancia del cumplimiento de estas medidas ambientales y de seguridad.

La obra deberá iniciarse en tres meses y ejecutarse en seis

Según explicó la portavoz del Gobierno local, el plazo que tiene Bondalti para retomar las obras es de tres meses desde la comunicación de la licencia y el de ejecución es de seis meses una vez que comiencen los trabajos.