El primer tramo del paseo marítimo, hasta el nudo de Celulosas, está ya muy avanzado. | // GUSTAVO SANTOS

El delegado del Gobierno, Javier Losada, confirmó ayer que los trabajos de construcción del primer tramo del paseo marítimo entre Pontevedra y Marín estarán finalizados antes de que acabe el año. Se trata de los primeros 1.200 metros de itinerario peatonal y carril bici que conectan el actual paseo de la Avenida de Marín hasta Mollavao con la rotonda de Celulosas.

Quedará pendiente y todavía en obras el segundo tramo que dará continuidad a la pasarela de madera de Plareces hasta esa rotonda de Celulosas. Se trata de la parte del proyecto más “compleja”, como reconoció el delegado, al discurrir sobre una plataforma que sobrevuela la ría y que pivota sobre pilotes instalados en el lecho marino. En cualquier caso, “la previsión es que, si no hay contratiempos, este segundo tramo que completa el paseo pueda estar listo antes del próximo verano”, explicó.

Si se cumplen los cálculos que maneja el delegado del Gobierno, el conjunto del proyecto estaría finalizado en menos de un año, dando así cumplimiento a un compromiso del Ejecutivo central que “une ayuntamientos y a personas” y que es “una demanda histórica de los vecinos de la comarca”.

Losada estuvo acompañado por la subdelegada del Gobierno en la provincia, Maica Larriba; así como por el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores. Todos ellos pudieron confirmar en una visita a las obras que “el tramo sobre tierra de la senda peatonal con carril bici está y muy avanzado” de ahí que pueda estar listo con total seguridad antes de que acabe el año.

De hecho, los representantes políticos confirmaron que si las condiciones de seguridad de la obra lo permiten, incluso sería posible la apertura parcial del paseo marítimo (el tramo más cercano a Mollavao) en cuanto esté terminada esta primera mitad de esta obra. Abrir este primer tramo en su totalidad es más complicado, según explicó el alcalde, dado que el propio paseo es el único punto de acceso hacia el segundo tramo que discurre por esta plataforma metálica sobre el mar, por lo que debe ser utilizado por los operarios para la realización de los trabajos.

Pasarela metálica

Esta pasarela metálica que dará continuidad a la pasarela de madera de Placeres tendrá una longitud de unos 800 metros y pivotará sobre el mar, de ahí que sea la parte de la obra más compleja de ejecutar y en la que podrían surgir algunos contratiempos, sobre todo por las condiciones con las que se pueda encontrar la empresa adjudicataria, la constructora San José, en el lecho de la ría.

Al contrario del primer tramo del paseo marítimo, esta pasarela no contará con un carril bici por lo que probablemente habrá una zona de convivencia. Al menos el delegado del Gobierno se refirió a este tramo como una pasarela “ciclopeatonal”.

El alcalde también reconoció que se siguen estudiando fórmulas para articular el tránsito ciclista una vez que finaliza el carril bici en el nudo de Celulosas, incluido que puedan circular por la pasarela sobre el mar. Es algo que “no descartamos”, indicó Lores. En cualquier caso, el regidor subrayó que de no ser así habría que buscar “alternativas” para conectar de forma segura Pontevedra y Marín usando la bicicleta.

El proyecto tiene un coste de más de dos millones de euros que es sufragado por el Ministerio para la Transición Ecológica de Gobierno de España.

El delegado del Gobierno aprovechó esta visita para agradecer las actuaciones que está llevando a cabo el departamento que dirige la ministra Teresa Ribera con 14 actuaciones por valor de 3,5 millones de euros a lo largo del litoral de Pontevedra.

Una obra que completará quince kilómetros de senda peatonal continua desde Bora hasta Marín

Losada destacó que el paseo marítimo a Marín refuerza el “compromiso del Gobierno central” con Pontevedra y sobre todo con apoyar a aquellas ciudades que apuestan por modelos urbanos sostenibles como es el caso de la ciudad del Lérez. Un modelo sostenible por el que Losada felicitó al alcalde.

Losada explicó, por lo tanto, que se trata de una obra que se enmarca dentro de ese modelo de ciudad favoreciendo una movilidad sostenible. Tanto es así que el regidor destacó que con estos dos kilómetros de paseo marítimo se completa una senda peatonal a lo largo del curso del río Lérez y de la ría que permite recorrer el borde fluvial y marítimo del municipio andando por un sendero de quince kilómetros de manera ininterrumpida entre Bora y O Cabo, en Placeres.

Restaría resolver la conexión entre O Cabo y la avenida de Ourense enMarín para conectar peatonalmente ambas ciudades.