Acusaciones mutuas de responder al ideario de los "cayetanos" y del lobby de la derecha contrario a la peatonalización; y de adoptar decisiones que van contra el "sentido común", causando un perjuicio a los comercios y al tráfico de la ciudad. El concejal de Urbanismo, César Mosquera, desde una posición y el portavoz del PP, Rafa Domínguez, y el concejal no adscrito Goyo Revenga desde la contraria, llevaron ayer al pleno la polémica por el cierre de Reina Victoria.

Los concejales rechazaron por mayoría, con los votos del BNG y PSOE, las dos mociones presentadas por el Partido Popular y el concejal no adscrito para revertir la medida. En opinión de Rafa Domínguez, el cierre era algo que Mosquera "lleva años queriendo y ahora se escuda en la pandemia". En su opinión, la polémica medida no ha revertido en una mayor seguridad de los alumnos del IES Sánchez Cantón y sí en problemas de tráfico y para los negocios del entorno.

Acusó al gobierno local de mentir a la ciudadanía "con el argumento de que hay que proteger a los alumnos del covid; nos toma por tontos que nos creemos que la decisión es por causa de la pandemia, no tiene valor para decir que es una decisión política". También asegura que el equipo que encabeza Fernández Lores faltó a la verdad porque "no hay informes técnicos" que avalen el cierre.

Revenga considera, por su parte, que revertir el cierre es "cuestión de sentido común"; se ha cargado el eje de comunicación este oeste y ha colapsado otro eje, el de María Victoria Moreno y Manuel del Palacio".

Mosquera respondió incidiendo en que el alejamiento del tráfico fue consensuado con el PSOE y es una medida que también se ha ofrecido a otros centros educativos. "El covid existe", ironizó al acusar a la oposición de seguir una línea de "cayetano puro y duro" y responder al lobby, "los mismos que hace 20 años" se opusieron al proceso de peatonalización. Tras reconocerles su "coherencia e insistencia" (aludió a colectivos como Aempe, la Cámara de Comercio y Jóvenes Empresarios) recordó que no aportan estudios de que efectivamente perjudique al comercio.

El concejal nacionalista insistió en que la medida está "circunscrita al covid" y "no es ninguna excusa, también se hizo en el Valle-Inclán" para facilitar más espacios al aire libre y se estudiaron medidas análogas en otras zonas, Alexandre Bóveda.

Se trata, reiteró, de un cierre "permanente e indefinido" mientras se den las actuales circunstancias. Incidió en que desde hace 15 años el tráfico en esa avenida era excesivo. "Otra cosa es que la zona esté funcionando mal", añadió antes de avanzar "una reorganización futura" de Reina Victoria "con estudios y propuestas".

Los comercios cuelgan carteles para protestar

Comerciantes de Reina Victoria colgaron ayer en sus escaparates carteles contrarios al cierre de la avenida, por la que circulaban a diario más de 7.500 vehículos, un flujo que algunos consideran vital para el funcionamiento de sus negocios.

"No al cierre de Reina Victoria. No al cierre de Pontevedra" puede leerse en los carteles, que figuran en varias puertas y escaparates en protesta por la medida adoptada por el gobierno local.

También asociaciones como Aempe o la Cámara de Comercio han expresado su malestar con la medida y el portavoz popular, Rafa Domínguez, asegura que algunos comerciantes le han traslado su intención de cerrar por el impacto de la medida en sus cajas de resultados.