El Concello estudia ampliar el horario de los furanchos en circunstancias excepcionales como es la que ahora atravesamos. El concejal de Urbanismo de Pontevedra, Xaquín Moreda se reunió con los representantes de la Federación de Furancheiros, Loureiros e Viticultores de Pontevedra, para estudiar la posibilidad de modificar la ordenanza que regula esta actividad en el municipio, y poder así ampliar el período de apertura de los furanchos y loureiros en circunstancias excepcionales como en el caso de la pandemia de Covid.

En la reunión, en la que también estuvo presente el director xeral de Urbanismo del Concello, Xosé Manuel Tato, se recordó que la ordenanza de Pontevedra recoge que estos establecimientos tienen actualmente permiso de apertura de 31 de diciembre a 30 de junio, con el objetivo de vender el excedente del vino de la cosecha propia del año en curso.

En este encuentro fueron varias las opciones que los propietarios de los furanchos y loureiros pusieron sobre la mesa, como abrir a partir de 1 de diciembre, porque es un mes en el que aún tiene bastante salida el vino, o ampliar el período de apertura hasta el 31 de julio.

Hostelería convencional

El concejal Xaquín Moreda les explicó que la primera opción estaba descartada porque es una época del año en la que hostelería tiene un importante movimiento económico y los perjudicaría, especialmente toda vez que los furanchos y loureiros no son una actividad principal y la hostelería sí.

Y sobre la opción de poder abrir hasta el 31 de julio, el concejal vio con buenos ojos la posibilidad de ponerla en marcha en situaciones muy excepcionales, como fue el caso del estado de alarma y de la pandemia que se está viviendo en la actualidad. La modificación de la ordenanza incluirá, por lo tanto, la excepcionalidad a la que se podrán acoger furanchos y loureiros para ampliar su apertura.

Esta federación de furancheiros también solicitó a la Xunta que les permita abrir después de junio, cuando ahora tienen que cerrar, para que puedan dar salida al excedente de vino que tienen en las bodegas.

Abogan también por defender "el derecho de supervivencia de las familias afectadas" por la actual crisis sanitaria, que también han visto mermada su economía durante los últimos meses con el cierre de sus establecimientos.