Oncología del CHOP esquiva al Covid-19, que solo afectó a ocho pacientes en revisión

Los pacientes de Oncología del Complexo Hospitalario de Pontevedra están sorteando con bastante éxito la pandemia de la Covid-19. Desde marzo hasta ahora han sido solamente ocho los afectados por el virus, de los cuales una necesitó ingreso por estar recibiendo tratamiento para un linfoma y en una situación más vulnerable. El resto eran pacientes en seguimiento que no acudían al hospital porque ya no recibían quimioterapia, por lo que todo apunta a que se contagiaron en sus entornos personales, familiares o laborales. No necesitaron ingreso y pasaron la enfermedad de modo leve en sus propios domicilios. Además, entre el personal del servicio de Oncología, todavía no se ha dado ningún positivo.

El jefe del servicio, el doctor Manuel Constenla, se muestra sorprendido porque reconoce que su equipo también estaba a la expectativa de los contagios entre estos pacientes. "Nosotros también estamos sorprendidos, porque las primeras informaciones que llegaban desde China decían que este podía ser un factor de riesgo. La semana pasada se publicó en Estados Unidos un informe sobre pacientes positivos oncológicos y no oncológicos y no se les vio una respuesta diferente", celebra.

En este sentido, señala que una explicación podría estar en que los tratamientos más efectivos contra la Covid son los inmunosupresores. "Se podría pensar que muchos de nuestros pacientes están inmunosuprimidos en grados diversos, lo que les podría beneficiar. Tiene cierta lógica, porque los pacientes de VIH tampoco han tenido una gravedad especial. Es decir, que lo que se pensaba que iban a ser factores de riesgo quizá no lo sean", reflexiona el doctor.

Por otro lado, también hay que destacar que son pacientes que afrontaron la pandemia con mucho más miedo que otras personas. "Ellos mismos se protegieron mucho y eso es algo que les ha podido ayudar a no contagiarse. Desde un primer momento todos venían a las consultas con mascarilla, incluso cuando aún no eran obligatorias para toda la población. Tenían mascarillas incluso de las más buenas. Esta gente se ha cuidado más, y eso ha sido un factor importante", apunta Manuel Constenla.

Diagnósticos tardíos

Por el contrario, el principal problema con el que se han encontrado en el servicio de Oncología del CHOP ha sido el retraso en los diagnósticos, derivados, a su vez, de los retrasos en la Atención Primaria.

Constenla se declara un firme defensor de la consulta médica en persona. "La gente quiere interactuar con su médico, no se queda satisfecha por teléfono, y nosotros tampoco. Están viniendo como siempre, con su mascarilla y su protección", indica.

Constata que han sido al menos cinco los casos de cáncer que podrían haber sido detectados con más antelación de no haberse producido el retraso a la hora de ser vistos por sus médicos de cabecera. Esto supuso el paso de estadio en sus tumores. "Algunos, por no haber sido atendidos, algunos telefónicamente y otros ni siquiera eso, han tenido un proceso grave", se lamenta el oncólogo.

El servicio de Oncología mantuvo la actividad de todas las consultas, así como los tratamientos. "Solamente durante el estado de alarma se realizó la comunicación de algún resultado rutinario vía telefónica, pero eran resultados a largo plazo, de confirmación de que todo iba bien", informa Manuel Constenla.

Respecto a los tipos de cáncer que puedan hacer que un paciente oncológico sea más vulnerable que otro, destaca el de pulmón.

Investigaciones

Oncología del CHOP participa en varios ensayos sobre tratamientos de diferentes tipos de cáncer: de pulmón, de ovario y de mama.

"La cuestión más relevante hoy día para grandes grupos es la inmunoterapia. Hay, además, nuevos fármacos, pero serían importantes solo para casos concretos de pacientes", resume el jefe del servicio.

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