-¿Cuál es la deuda pendiente con la zona monumental?

-El casco antiguo cuenta con un Plan Especial de Protección y Reforma Interior y Conservación Artística (Peprica) que se está quedando obsoleto, no está adaptado a los cambios legislativos. La propia ley dice que se tiene que modificar, pero lo que tiene que hacer -y por lo que nos consta, se está haciendo- es no ya una revisión, sino la elaboración de un nuevo plan donde se corrijan los errores que existen para poder articular mejor el maravilloso casco antiguo que tiene Pontevedra.Tenemos un arquitectura maravilosa y entornos muy satisfactios para los ciudadanos en el que pueden conectarse unos con otros. Es donde se produce la vida de Pontevedra, pero para que siga ese proceso tiene que cambiar la normativa.

-¿Cuáles son esos errores que ponen trabas al proceso de habitar el casco antiguo?

-Errores en alturas de edificios, en sus usos y también en sus materiales. Todo esto debe estar recogido en un nuevo Peprica. No puede ser que a día de hoy haya edificios que no se están rehabilitando por este tipo de errores.

-Queda por hacer en materia de accesibilidad y rehabilitación.

-Sí, y el Concello lo sabe.Además, si hablamos de rehabilitar entramos también en toda la zona del Ensanche. La modernización de edificios de hace 20 años es otro de los campos a abordar, más en la era postcovid en la que la gente pone más atención en tener un hogar donde disfrutar. El cambio ya se está viendo con movimientos de la ciudad al rural, donde habrá mucha rehabilitación.

-¿Cree que con el cambio puede salir perjudicado el casco histórico?

-Al contrario, el casco histórico se podría ver beneficiado de todo este proceso. Hay muchos espacios para ello. Creo que va a sufrir una gran revitalización.