El juzgado madrileño que iba a decidir este martes, por primera vez en España, sobre la patria potestad de un condenado por terrorismo yihadista ha tenido que aplazar la vista por problemas técnicos que impedían que el recluso se conectase con la sala, por lo que se volverá a señalar para los próximos días.

La suspensión de la vista se ha debido a problemas de conexión con el centro penitenciario de A Lama lugar desde el que iba a declarar Nabil Benazzou Benhaddou, contra el que su exmujer, Raquel Alonso, presentó una demanda para que no pueda estar con los dos hijos de ambos.

Raquel Alonso ha relatado al salir del Juzgado de Primera Instancia número 75 de Madrid que, a pesar de que los informáticos han intentado solucionar el problema durante más de tres horas, ha sido imposible. "Es horrible, porque tienes que volver a pasar por el mal trago, los niños están fatal, es cuestión de seguir luchando, a por todas", ha dicho a los periodistas.

Además del divorcio, Alonso reclama que la patria potestad se le atribuya exclusivamente a la madre y se le prive de ella al padre de los dos hijos del matrimonio, de 18 y 13 años. Raquel Alonso es la autora del libro "Casada con el enemigo" y fundadora de la Asociación contra el Radicalismo Extremista y Víctimas Indirectas (Acreavi).

Su exmarido fue condenado a ocho años de cárcel por un delito de integración terrorista como miembro de una célula denominada Brigada Al Andalus, desarticulada en 2014 en Madrid, tras cambiar radicalmente sus costumbres (hasta ese momento occidentalizadas) y, según la demanda, "pasó a ser de una persona amable, cariñosa y dialogante a volverse intransigente y de conducta agresiva".

Para justificar este comportamiento, la demanda relata todo el proceso de radicalización de Benazzou desde 2011, en coincidencia con la muerte de su padre y su despido en el trabajo.

El escrito se detiene especialmente en la labor de adoctrinamiento que realizó con su hijo, hasta tal punto que quiso enviarle a Siria para combatir con la Yihad, así como obligar a su primogénito a visionar un vídeo en el que degollaban a "cuatro infieles".

Nueve integrantes de esta red fueron condenados en septiembre de 2016 por la Audiencia Nacional (fallo que confirmó el Tribunal Supremo después) a un total de 75 años y medio de cárcel como integrantes de esa célula dirigida por el expreso de Guantánamo Lahcen Ikassrien y dedicada a la captación y adoctrinamiento de yihadistas.