El ex presidente del Casino Mercantil e Industrial de Pontevedra, Francisco Javier Azpilicueta Morán, falleció el pasado lunes a los 74 años de edad. El funeral tendrá lugar esta tarde a las 16.30 horas en la iglesia de San José de Campolongo, mientras que la incineración tendrá lugar en la intimidad familiar.

Azpilicueta forma parte de la historia de la sociedad pontevedresa, de la que fue presidente durante 12 años, un cargo que dejó en el año 2002. El Casino Mercantil cumplirá el próximo 14 de noviembre 92 años de vida, tras ser creada por comerciantes e industriales pontevedreses. Su primer presidente fue Celso Varela.

A partir de Celso Varela ocuparon sucesivamente la presidencia hasta Javier Azpilicueta, Julio Antúnez, Rafael Varela, Andrés Corbal, Dalmiro González, José Olmedo, Julio Paisa, Pascual Alcalde, Rogelio Casalderrey, Fausto Pintor, Manuel Alfredo Paz, Antonio Hereder, Ignacio Juárez, Santiago Rodríguez, Emilio Vázquez, Eligio Cancela, Antonio Reguera y Julio A. Fernández.

Cabe destacar que en la segunda mitad del siglo XX el Mercantil realizó una apuesta por el deporte y actividades como el ajedrez. De hecho, en 1971 puso en marcha el Torneo Internacional Virgen Peregrina, el mayor evento de su categoría en Galicia.

En esta fase tuvo un gran papel el trabajo de Javier Azpilicueta. A él lo sucedió José María Moreira.

Azpilicueta decidió no presentarse a la reelección tras 12 años en el cargo. Al hacer balance de esa andadura, iniciada en 1990, recordó que "cuando entramos esta entidad era paupérrima: no pagaba a los empleados ni podía hacer frente al crédito, la única manera de salir adelante era vender la antigua sede de la calle Andrés Muruais".

Tras varias operaciones inmobiliarias y reajustes, la directiva de Azpilicueta consiguió adquirir una sede noble en el centro histórico, el emblemático edificio Varela en la Praza de Curros Enríquez, y sanear las cuentas de la entidad. La exitosa gestión económica —que también permitió realizar arreglos en el parque deportivo de Mourente— y la adquisición de la sede noble no supusieron, no obstante, el esperado incremento de la masa social.

El propio Azpilicueta reconocía el día en que abandonó su cargo, el 22 de febrero de 2002, que ese era el borrón de su mandato: "Quizá no hemos sabido llegar a la opinión pública más concienzudamente con nuestro proyecto para tener más socios y, con ellos, poder ofrecer más servicios", explicó.

No quiso hablar de cansancio pero sí de que "son muchos años de dedicación y actualmente no me estaba entregando al cien por cien a este proyecto, necesitaba un cambio".

Francisco Moreira, hasta ese momento vicepresidente de la entidad, encabezó la única candidatura para relevar a Azpilicueta.