La decisión del corte al tráfico de la calle Reina Victoria, que ha provocado el enfado de comerciantes y vecinos, le valió al PP de Pontevedra para exigirle al alcalde que “llame al orden y controle” al concejal Demetrio Gómez. El responsable de la Concellería de Obras mantuvo un encuentro con representantes de colectivos empresarial de la ciudad para abordar el cierre del vial, pero concluyó de forma abrupta al levantarse todos los portavoces sociales ante la postura inamovible de Gómez. Una actitud que el portavoz popular, Rafa Domínguez, tachó de inadmisible y por la que pide explicaciones. “Es una ofensa para todos los pontevedreses las maneras del Bloque, y un menosprecio absoluto hacia los presentes, llegando a poner en su boca palabras que no habían pronunciado”, detalló Domínguez.

“Le pido al concejal Demetrio Gómez que abandone la prepotencia y le recuerdo que como cargo público está el servicio de los pontevedreses y les debe respeto”, matizó pidiendo al gobierno local que “no impongan sus decisiones”.

“En una situación tan crítica para muchos de los asistentes es una falta de educación y empatía que no se puede consentir. En el BNG no les bastaba con arruinarlos, también les gusta faltarles al respeto y reírse en sus caras”, insistió Domínguez, que aseguró que el Gobierno local “sostiene un plan para que la genta no venga a nuestra ciudad: con decisiones como esta y con esta falta de diálogo lo que están consiguiendo que cada vez más personas se vayan a otras ciudades”.

“Compartimos con los asistentes la sensación de decepción y ofensa ante un modo de operar basado en la falta de consenso y en la imposición de lo ilógico”, concluyó Domínguez.