Un vecino de Caldas de Reis vinculado laboralmente al sector del mueble y el contract de A Estrada acaba de patentar como modelo de utilidad los tableros ecológicos que fabrica aprovechando desperdicios agrícolas. La protección que la aprobación de dicho modelo de utilidad por parte de la Oficina Española de Patentes y Marcas le otorga a la novedosa creación de David Camba García le garantiza que durante los diez próximos años tendrá la exclusividad de la producción de dichos tableros.

Estos son el fruto de los dos años de trabajo que el inventor lleva dedicando a este proyecto A sus 35 años, este vecino de Caldas de Reis atesora formación en carpintería y dibujo técnico. También ha cursado un ciclo superior en decoración de interiores. Y, empleado de la prestigiosa firma estradense Martínez Otero, suma 16 años de experiencia en distintas áreas del diseño y la producción de mobiliario.

Precisamente en el ejercicio de su profesión ha mantenido un estrecho contacto con los tableros que el sector del mueble y, en concreto, del contract utilizan a diario. Su espíritu emprendedor y su conciencia de máximo respeto medioambiental hicieron el resto. Hace un par de años, empezó a estudiar al detalle todo lo relacionado con la fabricación y las características de los tableros. Lo hizo aprovechando cada momento de su tiempo libre. Abrigaba la idea de aprovechar desperdicios agrícolas para fabricar tableros aptos para la fabricación de todo tipo de mobiliario que no exigiesen la tala de árboles.

Para ello, construyó una prensa artesanal destinada a efectuar pruebas. Y no cejó en su empeño hasta conseguir fabricar tableros de características similares a los convencionales pero cuyo corazón, en vez de estar compuesto de madera trillada, se nutre de despojos agrícolas. Así, consigue "eliminar de la ecuación todo proceso de deforestación".

Denominados Ecotab por su creador, estos tableros no solo le dan una segunda vida a los rastrojos sino que, además, se pueden mecanizar y manipular de la misma manera que los convencionales, utilizando las herramientas habituales que hay en cualquier carpintería. Pero es que, además, a mayores, según explicó David Camba, al realizarles las oportunas pruebas de resistencia pudo constatar que "tienen características hidrófugas e ignífugas mejores que las de los tableros convencionales".

Ha logrado crear un producto basado en la economía circular. Transforma desperdicios agrícolas -de coste muy económico- en una materia prima idónea para crear un nuevo producto con el que asegura que se pueden fabricar "todo el mobiliario" y los elementos de "decoración que nuestros clientes demanden, ya sea mobiliario doméstico o de hoteles o instalaciones comerciales". "Y todo ello, sin talar un solo árbol", indica.

"Después de estudiar su rentabilidad y sus aplicaciones", vio que "no hay en el mercado ningún producto de características similares que no sea proveniente de la explotación de madera.

La originalidad de su proyecto ya le ha convertido en finalista de la Aceleradora de Empresas Ría de Pontevedra de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Pontevedra. De este modo, sigue avanzando en la definición de su proyecto económico.

El inventor busca ahora financiación para crear su propia línea de producción Ecotab. Y también mantiene contactos con cadenas de retail para plantearles la posibilidad de utilizar sus tableros para conformar la primera tienda del mundo con certificación de deforestación cero.

Sus tableros ecológicos, explica, son susceptibles de ir acabados al natural para que se aprecie su origen íntegramente ecológico o bien, si el diseño lo requiere, ir recubiertos de melamina o de Formica. Admiten el acabado que se desee. En eso, funcionan igual que otro tablero convencional de aglomerado o MDF.

Pero su esencia es singular. Parte de la convicción de su creador de que su línea Ecotab "puede cambiar la industria del mueble, creando valor de forma respetuosa y sostenible" así como "generando rentabilidad y puestos de trabajo que nos representen como parte del eecosistema en el que vivimos". Trata, por tanto, de generar riqueza y valor añadido con una filosofía íntegramente sostenible, muy apegada a la tierra y respetuosa con el medio ambiente.