La empresa Avigal ha reanudado su actividad, una vez los técnicos del Sergas comprobaron que se cumplen los protocolos de seguridad para frenar el brote de coronavirus. Un brote que ha seguido creciendo en las últimas horas.

En estos momentos, el Sergas tiene contabilizadas a 110 personas infectadas, de las cuales 78 son trabajadores, y los 32 restantes contactos y familiares suyos. La empresa contabiliza solo 57 operarios con Covid-19, puesto que según la firma los otros positivos son personas que llevan tiempo de baja laboral por otros motivos, y que por lo tanto no se contagiaron en la planta.

La Consellería de Sanidade afirmó el viernes con un comunicado que Avícola de Galicia había actuado correctamente desde la aparición del foco, y que la planta iba a permanecer cerrada durante todo el fin de semana para llevar a cabo una desinfección a fondo.

Sin embargo, posteriormente la Xunta de Galicia cambió de postura, y anunció que Avigal no podría reabrir hasta que se comprobasen de nuevo todos los protocolos. Tanto es así que al final la planta no reabrió hasta las 15.00 horas de ayer. Desde la fábrica señalan que continuarán trabajando al 40 por ciento de su capacidad, tal y como ya hicieron la semana pasada, para reducir los riesgos de contagio.

El brote de Avigal ha sido de los más graves de Galicia detectados desde el inicio de la pandemia por número de afectados, si bien la mayor parte de los mismos están asintomáticos o con molestias leves, siguiendo en sus casas la cuarentena. Pero al afectar a un número tan elevado de personas, residentes en varios municipios, lo sucedido en Avícola de Galicia ha coincidido en el tiempo con el empeoramiento de la situación epidemiológica en concellos como los de Vilagarcía y Vilanova, que están sujetos a restricciones sociales.

Sanidade plantea que el protocolo de Avigal seguirá activo por el momento. Durante la mañana de ayer, las instalaciones recibieron la visita tanto de inspectores de la Xunta como de la Policía Autonómica. La gestión de este brote ha sido cuestionado desde varios ámbitos, pues la avícola siguió trabajando tras la detección de los primeros casos, y la Xunta tardó casi una semana en realizar las pruebas PCR.