El juicio contra Ángel Martínez Pérez "Lito", conocido como "rey de las orquestas" en Galicia, se retomó ayer en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra una vez que en la anterior sesión el tribunal decretó que "Lito" estaba en condiciones para afrontar con garantías y total entendimiento la vista oral a pesar de su estado de salud.

Tras la negativa a prestar declaración del propio Martínez Pérez, el tribunal retomó el juicio con el interrogatorio a Javier A. C., quien se sienta junto a él en el banquillo únicamente como representante legal de la empresa Representaciones Lito, contra quien sí se formula acusación como persona jurídica. De hecho, esta fue una de las causas por las que el Supremo obligó a repetir este juicio, que había terminado con una condena de 12 años de prisión a Ángel Martínez Pérez, que fue anulada. El Alto Tribunal sentenció que la empresa debería tener su propia representación y defensa en el juicio, dado que "Lito" controla la mayoría de las acciones (un 51%) pero no representa al conjunto de la firma que debería tener su propia defensa.

Así, consideraba el Supremo que la empresa tendría que haber contado con un representante en el banquillo y abogado propio que defendiese sus intereses y esto ocurrió ayer.Fue a través de esta persona, Javier A. C., quien explicó que él era un "mero trabajador administativo" y que no ostentaba "ningún cargo de relevancia" en Representaciones Lito. Así, no tuvo la obligación de comparecer como testigo y pudo acogerse a su derecho de responder únicamente a las preguntas de la abogada que representa a esta empresa.

En sus respuestas, el testigo insistió en la tesis que viene manteniendo la defensa de Ángel Martínez Pérez en todos los procesos abiertos contra él: Representaciones Lito era una mera oficina de representación de orquestas que hacía labores de intermediaria entre los artistas y las comisiones de fiestas. Explicó que podía "promocionar orquestas y artistas" o, como mucho, colaborar con ellos "para enriquecer un poco el producto" y colaborar que las orquestas estuvieran "actualizadas y bien organizadas".

Utilizó el símil de los agentes de los futbolistas, señalando que Representaciones Lito únicamente ponía en contacto a las orquestas con las comisiones de fiestas a cargo de una pequeña cantidad como comisión sobre el precio de actuación de la orquesta.

Señaló que eran las comisiones quienes ejercían como empleadores de los músicos y de las orquestas y que eran los artistas quienes fijaban los precios y el caché. En cuanto a las fechas y calendario, era cosa de los organizadores de los eventos: "No le vamos a decir nosotros al Concello de Pontevedra que haga las fiestas de la Peregrina en octubre"; indicó.

Agentes de zona

También desvinculó de la empresa a los conocidos como agentes de zona, quienes aseguran que trabajaban como autónomos y que no estaban vinculados laboralmente a Representaciones Lito. Tanto es así que dijo que eran libres de actuar para otras oficinas de representación si lo deseaban. Dos de los denominados agentes de zona que operaban en Lugo y Ourense prestaron declaración en esta misma línea.

En la jornada de ayer también prestó declaración el inspector de la Agencia Tributaria responsable de la investigación que se llevó a cabo en 2013 en las oficinas de Representaciones Lito. El abogado Carlos Seoane, que defiende los intereses de Ángel Martínez, centró su interrogatorio a este testigo en tratar de invalidar las pruebas obtenidas. El letrado ya cuestionó la validez del registro en las cuestiones previas, un registro en el que se hallaron las pruebas en las que basa su acusación el Ministerio Fiscal. La investigación de Hacienda descubrió, según la Fiscalía, que Representaciones Lito ocultó unos ingresos de unos 26 y 24 millones de euros en los ejercicios de 2011 y 2012, lo que supuso un fraude de unos 9 millones de euros a las arcas públicas por el que el fiscal solicita para Martínez Pérez 14 años de prisión.