La ex alcaldesa de Moraña y delegada territorial de la Xunta en Pontevedra, Luisa Piñero, presidió, por última vez, una sesión plenaria de la corporación municipal, que se convocó de urgencia para formalizar su renuncia al cargo, presentada el pasado jueves ya que es incompatible con su nueva responsabilidad en el Gobierno gallego.

Piñeiro se despidió con un mensaje de agradecimiento dedicada, en primer lugar, a los vecinos por el gran apoyo que le mostraron a lo largo de estos más de nueve años en la Alcaldía y también a sus compañeros y a los demás concejales de la Corporación municipal por el trabajo realizado. Asimismo, deseó la mejor de las suertes al Concello y, tras mostrarse convencida del gran futuro que tiene Moraña, dejó claro que seguirá trabajando por el municipio desde su nuevo cargo en la Xunta.

Tras su intervención, que abrió la sesión, Piñeiro abandonó la presidencia del pleno, que fue asumida por el alcalde en funciones, José Cela. El regidor accidental dio la palabra a Xoel Souto, que asumió el cargo de portavoz socialista tras la reciente demisión de Diana Pereira, y anunció que en próximas fechas también habrá otra incorporación, ya que el estudiante Javier Ruibal ocupará el séptimo escaño del grupo municipal del PP en relevo de la exalcaldesa.

Finalmente, tras la sesión, José Cela anunció que el equipo de gobierno está barajando que la sesión de investidura, en la que presumiblemente será designado como alcalde ya que el Grupo Popular tiene mayoría absoluta, se celebre la próxima semana en una fecha pendiente de concretar.

El munícipe explicó que en estos días están afrontando las tareas de reorganización del ejecutivo local "ya que la marcha de Luisa fue inesperada y lógicamente no había un plan previsto, por lo que estamos tratando de ajustar un funcionamiento coral y basado en el equipo que sea el más acomodado para Moraña y para continuar con el proyecto de desarrollo y progreso que tenemos para nuestro Concello".