Familias de la Asociación de Nais e Pais A Salgueira, del IES Vilalonga, en Sanxenxo, protestaron ayer ante el centro público para reclamar a la Xunta la dotación de un docente mas al centro y que se acometa la limpieza del pabellón para que los más de 700 alumnos y alumnas puedan realizar la materia de Educación Física.

Desde la ANPA recuerdan que en los consejos escolares se acordó la apuesta firme por la educación presencial, por ser, aseguran, "la única forma posible de tener una educación de calidad".

Pero para poder llevar a cabo este tipo de docencia respetando siempre y de manera escrupulosa todas las distancias de seguridad y medidas sanitarias normativas en todos los cursos, el equipo directivo solicitó lo mínimo indispensable: la incorporación de dos profesores.

Sin embargo, la orden ha sido de que solo haya uno más entre el equipo docente del IES, algo que las familias ven como un riesgo teniendo en cuenta que los ratios en el centro de la ESO son de 22 a 24 alumnos por aula, pero que en Bachillerato suben hasta los 33.

Además, en la protesta también se recordó que el pabellón en el que los alumnos practican la Educación Física sigue sin haber sido limpiado para este curso, lo que imposibilita su uso.

Malestar en Pontevedra

Por otro lado, un amplio grupo de padres y madres del alumnado de Bachillerato del instituto Sánchez Cantón han emitido un comunicado en el que muestran su indignación por la organización del curso. Entre otras cuestiones, denuncian que el horario de primero y segundo estará basado en la semipresencialidad, con tres horas de clase al día, "la mitad de las que les corresponderían según la legislación vigente". Señalan también que no se ha ofertado la posibilidad de compensar el resto de horas "on line".

Pero particularmente preocupante les parece la situación del alumnado que inicia segundo de Bachillerato, "un curso clave, preuniversitario, y con importantes implicaciones a nivel académico que van a repercutir de manera decisiva en las ABAU y, por tanto, en su futuro laboral".

"Esperamos que las autoridades competentes en materia educativa actúen como garantes de dicha equidad y que se rectifique cuanto antes esta injusticia, para que nuestros hijos e hijas tengan los mismos derechos y oportunidades que el resto del alumnado gallego", concluyen las familias.